Las expectativas de cómo se comportará el peso a futuro son una guía para inversionistas en los sectores de importación y exportación, además de los portafolios financieros. Esto les permite anticiparse a un escenario que pueda traer pérdidas. Pero los encargados de hacer las proyecciones sobre el tipo de cambio en las instituciones financieras privadas del país no son acertados.
En las previsiones al cierre de 2022, calcularon una pérdida cambiaria para el peso, y el resultado fue contrario a lo esperado: una apreciación de 5.4 %. De 30 bancos y casas de bolsa, sólo uno tuvo una previsión atinada del tipo de cambio al cierre de 2022. BNP Paribas anticipó un cierre de 19.50 pesos para ese año a inicios del mismo, y en el mercado internacional concluyó en 19.4740 pesos, una asertividad casi exacta, cuando la mediana del consenso ubicó al dólar en 21.50 pesos, es decir, una depreciación para la moneda mexicana.
Aunque a lo largo del año esos expertos modificaron su estimación, aún en la antesala del cierre anual, el consenso falló, ya que la mediana esperada fue de 19.99 pesos para el último día.
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Ahora, el tipo de cambio, contra todos los pronósticos, ha perforado el piso de las 19 unidades, lo que significa estar en el rango de las 18, cuando ni el más experimentado pronosticador pensó que podría volver a ese nivel tras la volatilidad e incertidumbre de la economía global.
Al cerrar 2022, sólo cuatro monedas vencieron al dólar: el peso, el real brasileño, el sol peruano y el rublo ruso. Para 2023, una encuesta entre economistas del sector privado anticipa que el tipo de cambio al cierre de 2023 se ubique en 20.5 pesos por dólar; así perdería la apreciación en el año que acaba de concluir, según Citibanamex.
Aunque la mediana del consenso apunta a que la divisa azteca cierre con una depreciación este año, algunos bancos como Barclays no descarta que vaya en sentido contrario y se aprecie en un cierre anual de hasta las 19 unidades. Todavía hay un camino largo por recorrer este año en los mercados, pero las estimaciones son una guía para la toma de decisiones, ya que baja la incertidumbre futura del mercado.
Cautela
La apreciación del peso tiene varios factores a su favor, que podrían cambiar ante alguna declaración de autoridades del banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, ya que su política monetaria podría fortalecer al dólar y debilitar al peso. Por el momento, la postura menos agresiva en los incrementos de la tasa de interés y una inflación que desciende en ese país ayudan a que el diferencial de tasas favorezca a México y al peso, lo que le da cierta fortaleza.
La moneda mexicana también recibe respaldo de otros factores: los elevados volúmenes de mercancías para exportación que han hecho que entren más dólares al país. Pero de debilitarse esa tendencia por las altas probabilidades de una recesión, harían que el peso se deprecie. Otro factor que favorece a la divisa son las históricas remesas, por lo que de ocurrir esa recesión, podrían registrarse disminuciones de los envíos, lo que afectaría al tipo de cambio.
No obstante, las variables económicas de la región que son fundamentales en el comportamiento del tipo de cambio y que están dentro de la incertidumbre, se han mostrado resilientes ante los efectos de la crisis sanitaria, la guerra entre Ucrania y Rusia, así como la persistente inflación.
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