Aunque los huracanes que se producen año con año ya causan un el colapso de ciudades debido a la fuerza con la que impactan, el investigador en desastres naturales Richard Olson estima que en los próximos años se registrarán fenómenos naturales “feroces”.
Y es que tan solo en Estados Unidos, el huracán Ida golpeó la costa del Golfo como categoría 4 a finales de agosto, generando inundaciones y dejando sin electricidad a miles de personas. Como resultado, 47 personas fallecieron.
Es ante ello que Richard Olson trabaja en una instalación de pruebas “de escala sin igual” que combinará por primera vez vientos extremos, marejadas ciclónicas y fuerte oleaje para prevenir los terribles efectos que un huracán podría causar.
Olson detalló, en entrevista para EFE, que se producirá un aumento de “tempestades más severas” y, lo que es peor, del fenómeno de “intensificación rápida y tarde”, algo que consideró preocupante, pues impide que la población tenga tiempo para prepararse.
“Hay tempestades de categoría 2 o 3 que se intensifican en los últimos días, justo antes de llegar a la costa a categoría cuatro o cinco, o supercinco” en la escala Saffir-Simpson, que clasifica los huracanes en función de la fuerza de sus vientos, explica.
El investigador apuntó que dada la potencia con la que algunos huracanes tocan tierra, la categoría 5 de la escala Saffi-Simpson no alcanza a medir la intensidad de los huracanes.
Apuntó que esta escala “cojea” al considerar sólo los vientos y no considerar la potencia por las marejadas, el oleaje o las inundaciones que provocan las copiosas lluvias. Kg
Con información de EFE
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