Éxodo haitiano en México: aumentan solicitudes de asilo
MONTERREY, NUEVO LEÓN, 22SEPTIEMBRE2021.- Al rededor de 300 haitianos más arribaron a la Casa INDI, albergue para migrantes que atiende a más de mil personas procedentes de Haití, República Dominicana, África, El Salvador, Guatemala, Honduras y Ecuador, principalmente. Los haitianos esperan una resolución en su documentación que les permita quedarse en territorio mexicano y encontrar una oportunidad para dirigirse a Estados Unidos o quedarse en la ciudad de Monterrey. FOTO: GABRIELA PÉREZ MONTIEL / CUARTOSCURO.COM
/Gabriela Pérez/Gabriela Pérez
Las autoridades detectaron a 41 mil 705 migrantes irregulares de Haití de enero a noviembre de 2023, un aumento del 1333 %
El éxodo haitiano en México se intensifica con un aumento del 157 % interanual en las solicitudes de asilo en 2023, y la migración irregular registra un incremento de casi 13 veces en comparación con el año anterior.
Según la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob), las autoridades mexicanas detectaron a 41 mil 705 migrantes irregulares de Haití de enero a noviembre de 2023; representando un aumento del 1333 % en comparación con el mismo periodo de 2022.
Haití supera a Honduras como el principal país de origen de peticionarios ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), con 44 mil 239 solicitudes, más del doble de las registradas en 2022.
Esto significa que aproximadamente una de cada tres de las 140 mil 982 peticiones de asilo récord recibidas por México en 2023 provienen de haitianos.
El drama humano se manifiesta en la frontera sur de México, donde miles de haitianos enfrentan condiciones precarias en busca de sustento.
La Comar, desbordada por la demanda, refleja la complejidad de la situación.
‘Tlahuaití', éxodo haitiano en CDMX
Como lo dimos a conocer en el reportaje especial de Ejecentral, la Ciudad de México es reflejo fiel de la llegada masiva de haitianos.
Desde mediados del año pasado, centenares de haitianos se han incorporado poco a poco a la vida económica y social en colonias de la zona limítrofe de Tláhuac e Iztapalapa.
Tras montar su campamento a un costado del Bosque de Tláhuac, los migrantes comenzaron a trabajar, rentar y hasta han tejido relaciones amistosas y románticas con los locales.
La mayoría son “chalanes”. Cargan, limpian y barren, pero bien podrían realizar trabajos profesionales en áreas como la construcción, telecomunicaciones y computación.
Empero, la falta de un plan de inclusión y de identificación de habilidades; así como la necesidad de subsistir, ha llevado a los migrantes a subemplearse, lo que representa un “desperdicio” de potencialidades.
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