Al cumplirse un mes del asesinato de Javier Valdez Cárdenas, fundador del semanario Ríodoce y corresponsal de La Jornada el grito de justicia se escuchó en los distintos rincones de Sinaloa, en Guerrero, en la ciudad de México y por las redes sociales. El brutal crimen del Bato, de 50 años y especialista en asuntos de narcotráfico y reconocido a nivel mundial, conmocionó al gremio periodístico mexicano como no se había visto en décadas, pese a que desde 2000 más de un centenar de colegas han sido víctimas de homicidio. En Culiacán, capital de Sinaloa, donde Javier fue ultimado, unas 500 personas entre colegas y activistas, encabezadas por su viuda, Griselda Triana, y sus hijos, marcharon casi dos kilómetros desde el centro de la ciudad hasta el palacio de gobierno estatal
Tengo miedo por mis hijos”, dijo Triana durante la manifestación en la que acusó lentitud y desinterés de las autoridades, así como temor ante la posibilidad de que los asesinos sigan libres.
Los manifestantes culichis portaron carteles con lemas como “Justicia”, “No más violencia” y “Vivimos entre asesinos cobijados por la impunidad”. El contingente se reunió a las 15:00 horas en la Catedral para trasladarse hacia el Palacio de Gobierno. Griselda Triana señaló que al día de hoy “no hay ninguna señal de que su muerte vaya a ser esclarecida”.
Me pregunto en este mes si no me habré topado con los asesinos de Javier en la calle”, afirmó.
Ismael Bojórquez, director y cofundador junto a Valdez del semanario Ríodoce, exigió al gobierno estatal seis acciones concretas para esclarecer el crimen y resolver la problemática de seguridad en el estado.
No queremos que se diluya la responsabilidad ante el reclamo de que el crimen sea castigado y los autores materiales e intelectuales llevados a juicio”, reclamó el periodista.
En tanto, periodistas de la ciudad de Guamúchil marcharon desde la mañana. Con carteles que portaban el rostro de Valdez Cárdenas, así como con los mensajes de “Justicia para el Bato” y “Ni uno más”; comunicadores de diversos medios recorrieron las principales calles de la ciudad. https://twitter.com/Riodoce_mx/status/875392913353482241 El semanario Ríodoce convocó a realizar marchas simultáneas en Sinaloa y todo el país con el objetivo de pedir por la paz, la no violencia y por el esclarecimiento del caso Valdez, pues hasta el momento no se han dado avances de las investigaciones. El contingente en Mazatlán se reunió en el Monumento al Pescador y en Los Mochis en el cruce de Gabriel Leyva y Juan de Dios Bátiz. La exigencia para el gobernador Quirino Ordaz Coppel retumbó en el corazón del centro de Mazatlán.
No merecemos este Sinaloa y no merecemos este país. Ya estamos hartos, y le toca a usted, ahora y aquí, tomar medidas para que nuestra entidad retome el camino de la paz, una paz con justicia, una paz con libertad para trabajar honradamente”.
El manifiesto, al que dio lectura Cayetano Osuna, cofundador de Ríodoce, también leído en Culiacán y Los Mochis exige a Ordaz Coppel una paz donde el periodista, el abogado, el maestro, el empresario, los jóvenes, los estudiantes, los artistas, todos los hombres y mujeres de bien, puedan vivir sin el temor de caer acribillados como víctimas inocentes. En Guerrero, fue en Chilpancingo donde un grupo de reporteros se manifestó para condenar la impunidad alentada desde la estructura gubernamental, debido a que la misma genera ataques contra periodistas y sociedad. El periodista Javier Valdez fue ultimado con 12 balazos de dos distintos tipos de arma, en la calle Mariano Riva Palacio, entre Ramón F. Iturbe y Epitacio Osuna, en la colonia Jorge Almada de la capital de Sinaloa.
Clausuran Feadle por justicia para el Bato
En Ciudad de México, unos 300 colegas y activistas se reunieron en la explanada del emblemático palacio de Bellas Artes, en pleno Centro Histórico, clamando "¡ni uno más!” antes de enumerar la lista de periodistas asesinados en los últimos años. "¡Javier Valdez, justicia!”, exigieron los manifestantes, que portaban imágenes de sus colegas caídos y desplegaron una bandera mexicana de varios metros donde los colores verde y rojo fueron sustituidos por lienzos negros en señal de luto. Bajo el escudo nacional se leía la leyenda “El Estado ha muerto”. Una mujer con la palabra “silencio” pintada sobre la boca a manera de mordaza, caminaba vestida con un largo vestido blanco manchado de rojo sangre, acompañando al grupo que se dirigió a la sede de la fiscalía especializada en delitos contra periodistas (Feadle). Allí efectuaron una clausura simbólica y colocaron las fotografías de los asesinados. "¿Cuántos periodistas más, carajo?... ¡Javier Valdez Justicia!”, gritaron. [gallery size="medium” ids="763455,763457,763187,763470,763450,763451,763452,763453,763454,763456,763458"]
“Basta de sangre”
Horas antes, el periodista Álvaro Delgado protagonizó una inédita protesta durante un acto público del presidente Enrique Peña Nieto.
Basta de sangre. Rectifique presidente. #Niunomás”, se leía en una pequeña manta exhibida por el Delgado, del semanario Proceso.
El reportero, desde la zona para la prensa, se puso de pie interrumpiendo por momentos un discurso de Peña Nieto.
Déjenlo señores (...) que exponga su manta. Estamos hablando de espacios plurales y de libertad de expresión”, dijo Peña Nieto cuando al menos cuatro oficiales vestidos de civil se acercaron a Delgado.
Antes de Valdez, también corresponsal del diario La Jornada y colaborador de AFP, otros cuatro periodistas fueron asesinados este año: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach y Maximino Rodríguez. Un mes después, ni sus familiares más cercanos conocen detalles de la investigación. La fiscalía de delitos contra periodistas declinó responder a solicitudes de información de la AFP.
Hay evidencias, hay pistas”, se limitó a comentar a radio Fórmula el miércoles Ricardo Sánchez, titular de esa fiscalía, alegando que debe mantener la reserva. (Con información de Ríodoce y AFP). EC