El exceso de mortalidad en Estados Unidos se mantuvo con una variación menor al 2% hasta la irrupción de la pandemia, que disparó esta estadística por encima de los 23 puntos.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia (VCU) revela que este aumento no fue equitativo al tener mayor impacto en regiones y grupos raciales específicos.
La investigación, que fue publicada en la revista de la Asociación Médica Americana (JAMA), analizó los datos sobre cuántas personas habían perdido la vida a causa de la pandemia durante los últimos 10 meses del 2020 y sus condiciones. Los resultados establecieron que los afroamericanos registraron el mayor exceso de mortalidad por Covid-19 con 16.9%, una tasa muy superior a la de otros grupos como hispanos o caucásicos.
Steven Woolf, investigador en jefe de este reporte, mencionó que “existe un número desproporcionado de muertes en exceso entre la población afroamericana en los Estados Unidos, lo que es consistente con las evidencias sobre la afectación que Covid-19 tuvo en este grupo, aunque también marca la desigualdad a la que se enfrentan estas personas”.
En cuanto a la distribución por regiones, los investigadores detectaron que el exceso de mortalidad aumentó en aquellos condados con mayor vulnerabilidad económica o social, un factor que fue relevante incluso dentro de una sola ciudad como Nueva York, en donde los índices de defunciones no esperadas fue más alto en los barrios desprotegidos o con menores posibilidades.