Euforia y ansiedad en el grupo G
El segundo boleto a octavos se definirá en el último encuentro, y Serbia cuenta con una “ligera” ventaja
No es lo mismo enfrentar a Brasil, tener la obligación de ganar el partido y depender del empate de los otros rivales, que enfrentar a Suiza con una ventaja de dos puntos. Principalmente por la racha de victorias y la espectacular manera en la que los brasileños se han plantado frente a sus rivales. Pero después del partido de hoy podemos esperar un milagro más.
Los cameruneses protagonizaron un encuentro de locura contra los serbios, tras lograr un empate en un partido con un desgaste físico impresionante y los nervios a flor de piel.
Desde el inicio del partido se notaba la tensión y las primeras llegadas del combinado serbio, aunque poco a poco se fue metiendo Camerún al juego, mediante desbordes y sprints potentes.
Ese ritmo creciente dio frutos, pues en un córner de parte de Camerún, la pelota peinó el área rival y terminó siendo rematado por Castelleto, tras librarse de su marcador y quedar libre. El gol sólo calentó los ánimos, pues en el minuto 36 los serbios tomaron el protagonismo del partido con una serie de ataques constantes, pero sin éxito.
La constancia de los serbios se hizo presente en el marcador al minuto 45, tras una jugada a balón parado que puso en tablas el marcador.
Tres minutos después Milinković-Savić definía con maestría con un tiro raso y ponía la ventaja para el combinado balcánico. Después del descanso, Mitrović ponía el 3-1 para Serbia tras una recuperación de balón en la zona medular.
La esperanzas camerunesas se difuminaban en lo alto del estadio Al Janoub, pero el cambio que revolucionó todo llegó al minuto 55, cuando entró de cambio el camerunés Aboubakar, pues sus compañeros mostraban desaliento en sus jugadas, pero el experimentado Aboubakar decidió hacer el partido por su cuenta.
La recompensa le llegó al minuto 63 después de que el veterano africano definiera de cucharita ante la portería serbia y su gol sacudiera la portería rival y la desidia de su equipo.
Tres minutos le bastaron a Camerún para retomar los ánimos y empatar el partido con una carrera fantástica del 10 camerunés y ponerle el gol al ariete del Bayern de Múnich, Choupo-Moting.
A falta de una sola jornada, los tres equipos del grupo G cuentan con esperanzas y mucho futbol.
El dato. André Onana, portero del Inter de Milán y de Camerún, abandonó la concentración mundialista tras discutir con su director técnico; Rigobert Song, previo al juego contra Serbia.
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