Estados Unidos ha pedido que México explique de manera técnica y científica la decisión de impedir las importaciones de maíz transgénico, ya que esta determinación daña a los agricultores de su país en pérdidas multimillonarias. Sin embargo, las autoridades bajo el mando del presidente Andrés Manuel López Obrador no han dado una explicación basada en la ciencia que sustenta el Decreto presidencial publicado el 13 de febrero pasado.
El 30 de enero, Estados Unidos pidió una “consulta técnica” apoyada en el Capítulo 9 del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pero no hubo respuesta satisfactoria. La segunda acción fue el pasado 2 de junio, cuando la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, solicitó consultas formales para la “resolución de controversias”, según el Capítulo 31 del T-MEC que le daba 75 días a México para darla. Al parecer, la oficina que comanda Raquel Buenrostro no pudo dar una explicación concreta y los 75 días se vencieron este miércoles.
Ante una nula respuesta científica, las autoridades comerciales estadounidenses han solicitado un “panel de solución de controversias”, que se establece también en el Capítulo 31, ya que la primera parte, la solución de controversias, no fue satisfactoria para el demandante.
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El panel de solución de controversias es la instancia formada por expertos en comercio que actuarán de manera imparcial dentro del marco del T-MEC, que con un dictamen irrevocable puede obligar a México a derogar el Decreto sobre las importaciones de considerarlo violatorio y que menoscaba a los agricultores estadounidenses y canadienses, o le otorgaría facultades a Estados Unidos para imponer aranceles a productos mexicanos clave, lo que traería serias repercusiones a la economía de México sobre las cadenas productivas y el empleo.
¿Por qué es tan importante? El mercado mexicano de importación de maíz, de acuerdo con cifras del Banco de México, fue de cinco mil 794.8 millones de dólares sólo en 2022, y de esa cantidad, Estados Unidos se benefició de casi el 88 %, lo que es un duro golpe a los agricultores estadounidenses que tienen a México como una fuente de recursos, y que con el mandato presidencial se perderían muchos empleos y abarataría el grano al tener más disponible.
México ha sido notificado y la Secretaría de Economía se dice “preparada para defender la posición mexicana ante el panel internacional"; sin embargo, el panel de expertos tendrá su propio criterio sobre el tema, basándose en los lineamientos comerciales del T-MEC y en su experiencia global, lo que será un arma de doble filo para nuestra economía.
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