Estados Unidos anunció el martes que prohibió la entrada al país al expresidente hondureño Porfirio “Pepe” Lobo, señalándolo de recibir sobornos de narcotraficantes a cambio de favores políticos.
Lobo, que gobernó
Honduras
entre 2010 y 2014, y su esposa Rosa Elena Bonilla Ávila, no son elegibles para ingresar a Estados Unidos “por participación en corrupción significativa”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken.
“Mientras estaba en el cargo, el presidente Lobo aceptó sobornos de la organización narcotraficante Los Cachiros a cambio de favores políticos”, indicó el jefe de la diplomacia estadounidense en un comunicado.
“Como primera dama, Rosa Lobo incurrió en actos de corrupción importantes mediante el fraude y la malversación de fondos públicos para su beneficio personal”, agregó.
Blinken dijo que aunque estos actos “socavaron la estabilidad de las instituciones democráticas de
Honduras”, el exmandatario hondureño aún no fue condenado, y la exprimera dama ha sido liberada de prisión y aguarda un nuevo juicio.
El expresidente Lobo fue mencionado en reiteradas oportunidades de recibir sobornos y tener vínculos con el narcotráfico, lo cual ha rechazado tajantemente.
La exprimera dama, en tanto, fue sentenciada en septiembre de 2019 a 58 años de cárcel por malversación y fraude, pero en marzo de 2020 un tribunal hondureño anuló el fallo señalando errores en el proceso y mandó repetir su juicio.
La fiscalía la había acusado de depositar en su cuenta personal unos 500 mil dólares de fondos públicos del despacho de la primera dama, horas antes de que Lobo entregara la Presidencia.
“Totalmente falso”
Por las designaciones del martes también fueron vetados de ingresar a territorio estadounidense los familiares directos de la exprimera pareja hondureña, que incluyen a su hijo, Fabio Porfirio; su hija, Ambar Naydee; y su hijo menor de edad, cuyo nombre no fue proporcionado, según el comunicado.
Fabio Porfirio Lobo ya fue condenado en 2017 en Nueva York a 24 años de cárcel tras declararse culpable de traficar 1,4 toneladas de cocaína a Estados Unidos.
Como secretario de Estado, Blinken tiene la potestad de impedir el ingreso al país de representantes de gobiernos extranjeros y sus familiares inmediatos si considera que se involucraron directa o indirectamente en actos de corrupción.
“Estas designaciones reafirman el compromiso de Estados Unidos de combatir la corrupción y indiferencia por el Estado de derecho que obstaculiza el progreso en Honduras”, dijo.
El gobierno de Joe Biden considera que la corrupción es un factor que impulsa la migración irregular hacia Estados Unidos, un fenómeno que se ha agudizado en los últimos meses con la llegada a la frontera sur del país de cientos de miles de centroamericanos.
El Departamento de Estado ya había incluido al expresidente Lobo y a su mujer en un listado de funcionarios y exfuncionarios centroamericanos “corruptos y antidemocráticos”, conocido como Lista Engel y divulgado a principios de mes.
Entonces, Lobo cuestionó duramente la legitimidad del listado, apuntando contra el actual presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, quien ha sido implicado en una corte en Nueva York de tráfico de cocaína a Estados Unidos junto a su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández, condenado en marzo a cadena perpetua por la justicia estadounidense.
"¿Qué es lo que todos sabemos? Que el mayor corrupto que hay en
Honduras
y que ha habido en la historia de este país se llama Juan Orlando Hernández y no está en la lista. ¿Qué legitimidad puede tener esa lista?”, dijo Lobo el 2 de julio a Radio América.
“Que publiquen lo que quieran, yo sé que yo no he recibido dinero para favores (...) Es totalmente falso”, aseguró.