Al ser considerado como uno de los líderes del Cártel de los Soles, el gobierno de Estados Unidos acusó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros de narcoterrorismo, narcotráfico y tráfico de armas, delitos por los que él y sus supuestos socios colaboraron con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el Cártel de Sinaloa, en México.
De acuerdo con la acusación del Departamento de Estado de los Estados Unidos en contra del mandatario venezolano, fue alrededor de 2006, cuando el cártel de los Soles, quien según la indagatoria estadounidense fue liderado por Nicolás Maduro, despachó un envío de 5.6 toneladas de cocaína desde Venezuela, a bordo de un avión DC-9 con un número de registro estadounidense, el cual aterrizó en el Aeropuerto de Ciudad del Carmen en Campeche.
Según la acusación del Tribunal de Distrito de Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York, Diosdado Cabello, el jefe de la paralela Asamblea Nacional Constituyente, y Hugo Armando Carvajal Barrios, alías “El Pollo”, exjefe de la inteligencia militar en Venezuela “trabajaron con otros miembros del Cártel de Los Soles para coordinar el envío”, del que las autoridades mexicanas confiscaron las 5. 6 toneladas de cocaína cuando llegó a Campeche, con destino para el cártel de Sinaloa, según una indagatoria de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, antes SIEDO, de la desaparecida PGR.
Como parte de esa misma vinculación, el documento refiere que en 2017, luego de haber pretendido negociar acuerdos de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC, el exjefe guerrillero Seuxis Pausias Hernández Solarte, mejor conocido como Jesús Santrich acordó proporcionar una cantidad de toneladas de cocaína a fuentes confidenciales de la DEA, para que las drogas puedan importarse a los Estados Unidos.
“Las fuentes que supuestamente trabajan para Rafael Caro Quintero, un narcotraficante que participó en la tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, señalaron durante una reunión grabada, que Hernández Solarte se refirió a Caro Quintero como la persona que había matado al “hijo de perra de la DEA”.
De manera conjunta, sostuvo el l fiscal general William P. Barr al leer la acusación contra Nicolás Maduro y el resto de funcionarios y exfuncionarios venezolanos, y exlíderes guerrilleros de haber enviado cocaína procesada desde Venezuela hacia territorio estadounidense a través de puntos de transbordo en el Caribe y América Central, como Honduras.
“Aproximadamente en 2004, el Departamento de Estado de los Estados Unidos estimó que 250 o más toneladas de cocaína transitaban por Venezuela por año. Los envíos marítimos se enviaron al norte desde la costa de Venezuela utilizando embarcaciones rápidas, barcos de pesca y portacontenedores”, señala el informe de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés).
Maduro, dentro de las grandes ligas...terroristas
Aunque el presidente Nicolás Maduro rechazó las acusaciones en su contra, al acusar que se trata de un “plan golpista desarrollado en Colombia con la participación de asesores estadounidenses y opositores venezolanos”; la recompensa de 15 millones de dólares que el Departamento de Estado anunció el jueves por información que lleve al arresto y/o condena del sucesor de Hugo Chávez, significa la cuarta más cuantiosa que el gobierno estadounidense ha ofrecido por alguna persona considerada como criminal internacional.
Entre los botines más significativos que ha ofrecido Estados Unidos, y que están por arriba del monto que ofrecieron para capturar al mandatario venezolano se encuentran los 25 millones de dólares que se ofrecían por el líder terrorista Osama bin Laden, quien fue abatido en mayo de 2011 en Pakistán.
Dentro del listado también se encuentra el terrorista egipcio Ayman al Zawahiri, actual jefe del grupo yihadista Al Qaeda, por quien se ofrecen igualmente que con Bin Laden la suma de 25 millones; y en tercer lugar se ubica el capo mexicano, Rafael Caro Quintero, señalado por autoridades estadounidenses por el asesinato del agente antidrogas Enrique Camarena, por quien el Programa de Recompensas de Narcóticos del Departamento de Estado ofrece hasta 20 millones de dólares por cualquier información que conduzca a su arresto.
Con la acusación en contra de Nicolás Maduro, a quien el Departamento de Estado no reconoce como presidente legítimo de Venezuela y lo tilda de líder narcoterrorista que buscó «inundar» a los Estados Unidos de cocaína, se trata de la segunda ocasión en que el gobierno estadounidense oficializa cargos en contra de un jefe de Estado; luego de que 1989, fiscales de Miami acusaran de narcotráfico al otrora líder militar panameño Manuel Antonio Noriega, quien en abril de 1992 fue juzgado y declarado culpable de ocho cargos, incluyendo acusaciones de tráfico de drogas, crimen organizado y lavado de dinero.