En una inusual acción militar, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Japón pusieron a China como un posible adversario en su ejercicio conjunto de puesto de mando, según informó Kyodo News el pasado domingo, citando fuentes gubernamentales.
Este cambio marca la primera vez que las dos potencias designan a China como un objetivo hipotético en sus maniobras militares conjuntas.
Las maniobras, que comenzaron el 1 de febrero y acabarán jueves, se centran en una simulación por ordenador de una emergencia en Taiwán.
Aunque en ejercicios anteriores se utilizaba un nombre provisional para el enemigo común, este año las fuerzas militares estadounidenses y japonesas han decidido señalar explícitamente a China como el supuesto oponente.
Se cree que el escenario se ha clasificado como “secreto especialmente designado” por el Ministerio de Defensa de Japón; esto, en virtud de las leyes de confidencialidad del país.
China en la mira
Esta determinación contradice las declaraciones del general Yoshihide Yoshida, jefe del Estado Mayor Conjunto japonés, en enero, cuando aseguró que el ejercicio “no preveía un país o una región en particular”.
La designación de China como hipotético enemigo plantea interrogantes sobre la dinámica geopolítica en la región; y la creciente preocupación por la estabilidad en el Pacífico.
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Las relaciones entre Estados Unidos y China han estado tensas, en gran parte debido a la postura ambigua de Washington con respecto a Taiwán; aunque no reconoce diplomáticamente la independencia de la isla, Estados Unidos mantiene lazos especiales y suministra armas a Taiwán.
Esta situación ha sido motivo de disputa con Pekín, que considera a Taiwán parte irrenunciable de su territorio. Sostiene que cualquier negociación directa con la isla viola el principio clave de su política de una sola China. DJ
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