La Ley Antiinflación aprobada este martes en Estados Unidos disipó los temores de las autoridades mexicanas sobre posibles medidas fiscales contra la producción de autos eléctricos fabricados en México.
Actualmente la industria automotriz mexicana produce 3.1 millones de vehículos anuales, y casi el 80% es enviado al mercado de Estados Unidos.
Una de las preocupaciones de la Secretaría de Economía era que el gobierno del presidente Joe Biden quisiera imponer beneficios fiscales de hasta 12 mil 500 dólares a la compra de autos eléctricos nuevos de manufactura estadounidense, lo que dejaría en desventaja a los de origen mexicano y canadiense.
La reciente aprobación de la Ley Antiinflación 2022 que se aprobó en las Cámaras baja y alta que dará beneficios fiscales, sí incluye a todos los autos eléctricos construidos en la región y no solamente a los de fabricación de Estados Unidos, lo que deberá traer un crecimiento al sector en México con más ingresos y empleo, señalaron las autoridades encargadas del comercio internacional del país.
“Está legislación incluye a los autos fabricados en México cuando Estados Unidos ofrezca incentivos fiscales a los consumidores en Estados Unidos de vehículos eléctricos”, señaló Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior.
La ley promueve las energías limpias y el uso de vehículos eléctricos para alcanzar las metas sobre el cambio climático, pero también son catalizador para aliviar las presiones inflacionarias.
México es el séptimo productor de vehículos en el mundo, de lo que produce es el equivalente a una tercera parte de lo que fabrica Estados Unidos (segundo lugar global) que son 9.2 millones, pero muy lejos del primer lugar, China, que manufactura más de 26 millones.
El sector automotor mexicano da empleo a más de 6 millones de personas en todas sus cadenas productivas, y aporta el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que esta inclusión de la administración Biden le dará oportunidad de crecimiento a la industria mexicana.
Cabe resaltar que la producción de autos de nuestro país tiene una caída de un millón de unidades anuales respecto a lo que se fabricaba en 2019; la pandemia de Covid-19 trajo consigo una crisis de abasto de chips, lo que derivó en una interrupción de las cadenas productivas.
Sin embargo, se espera que con las medidas del gobierno estadounidense y la creación de una cadena de valor para la fabricación de chips en la región detonen la expansión de la industria, ya que las principales marcas globales ya han anunciado que dejarán de producir autos 100% a combustible y se dedicarán a los eléctricos, de hidrógeno o en menor medida a los híbridos.
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