Estados
Unidos
desplegará
500
soldados
suplementarios
en
Alemania, donde la presencia de importantes tropas estadounidenses había sido cuestionada por la administración de Donald Trump, anunció este martes el actual secretario de Estado de Defensa, Lloyd Austin.
“Informé a la ministra de Defensa (alemana) sobre nuestra intención de enviar de manera permanente a unos
500
militares estadounidenses adicionales a la región de Wiesbaden (oeste) a partir de este otoño (boreal)”, señaló el secretario de Estado en un comunicado conjunto con su homóloga alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer.
“Es una excelente noticia que el presidente (Joe) Biden no sólo haya anunciado que se abandonaron los planes de retirada, sino que, al contrario, estas tropas en
Alemania
serán reforzadas”, se congratuló la ministra alemana, que ve esto como “una señal muy fuerte de unidad”.
Este anuncio es contrario a la actitud tomada durante la presidencia de Trump, quien criticó constantemente la falta de participación financiera alemana para su seguridad y en el marco de la OTAN. Inclusive, el expresidente planeaba reducir la presencia militar estadounidense en
Alemania, una herencia del fin de la Segunda Guerra Mundial.
No obstante, la presencia estadounidense disminuyó en forma notable desde la caída del Muro de Berlín, pasando de 200.000
soldados
en 1990 a 34.500
en este año.
Austin prometió que
Alemania
“continuará siendo un importante socio en materia de seguridad y economía” de Estados
Unidos
“durante los años próximos”. “Es por ello que el refuerzo de nuestras relaciones con
Alemania
es una de las grandes prioridades de la administración Biden-Harris”, declaró.
El proyecto controvertido del gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2, que está a punto de ser terminado, y al que Estados
Unidos
se opone, no empañaría esta relación.
“Hemos manifestado nuestra oposición a este acuerdo y a la influencia que le confiere a Rusia. Pero no dejaremos que este asunto sea un estorbo en el camino de la gran relación que tenemos con Alemania”, aseguró Austin.
Sin embargo, el nuevo gobierno demócrata ha advertido durante las últimas semanas que “todas las entidades implicadas” en la construcción del gasoducto, incluidas varias empresas alemanas, serán sancionadas por Estados
Unidos
si no se retiran del proyecto de manera “inmediata”.