La aventura de San Antonio de Padua en tierras norteamericanas llegó a su fin. El gobierno de Estados Unidos (EU) regresó a México una figura virreinal del santo robada hace 20 años.
Se trata de una estatua del siglo XVII que se encontraba en el Museo de Bellas Artes de San Ángelo en Texas, pero que fue robada en el año 2002 de la parroquia de Santiago Apóstol ubicada en Juitepec, Morelos.
Desde que se conoció la localización de San Antonio de Padua, las autoridades mexicanas solicitaron su entrega de manera formal al gobierno de EU. El FBI contactó a los representantes del museo para que la regresaran a México.
Finalmente, la noche de ayer el embajador de EU en México, Ken Salazar, y la secretaria de Cultura mexicana, Alejandra Frausto, celebraron la devolución de la figura, como muestra del compromiso para proteger el patrimonio cultural del pueblo mexicano.
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En la ceremonia Salazar recordó que se acerca la celebración por los 200 años de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, por ello la entrega se convirtió en un gesto de amistad y compromiso del trabajo con el gobierno de México.
El embajador también hizo alusión al Fondo del Embajador para la Preservación Cultural, gracias al cual se destinaron 1.4 millones de dólares desde 2015 para proteger el patrimonio de México en sitios emblemáticos como Palenque, en Chiapas.
En tanto, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) celebró el regreso de la pieza virreinal, la cual mide un poco más de un metro de alto y está policromada y estofada; elementos que – afirmaron – podrían sugerir que su elaboración data del siglo XVII. EJ
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