La ofensiva israelí en la franja de Gaza ha ocasionado tensiones fuera de la zona de conflicto, y entre ellos, agresiones tanto a musulmanes como a judíos en todas partes del mundo. En este sentido, el gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Joe Biden, dio a conocer diversas acciones para evitar el antisemitismo en las universidades.
En la nueva estrategia de seguridad participan los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional (DHS), los cuales trabajarán en conjunto con autoridades universitarias para rastrear los mensajes de odio en internet. También se espera que se destinen más fondos para reforzar la ciberseguridad y seguridad protectora en los campus.
Se espera que a finales de esta semana, Miguel Cardona, secretario de Educación, y Neera Tanden, asesora de política interior de la Casa Blanca, visiten una de las universidades que han reportado incidentes, en donde sostendrán un diálogo con estudiantes judíos.
Aunado a eso, la Casa Blanca informó que la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación aceleró la actualización de su formulario de queja. Por primera vez, dejará claro que el Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964 prohíbe determinadas formas de antisemitismo e islamofobia.
Se trata de una ley nacional que protege a las personas de la discriminación basada en su raza, color, u origen nacional, tanto en programas como en actividades que reciben asistencia financiera Federal
Según datos del propio gobierno estadounidense, las acciones antisemitas en el país aumentaron 388% desde la agresión del grupo Hamás y la respuesta de Israel. Algo parecido ha ocurrido con la islamofobia, ya que varios musulmanes también han reportado ataques únicamente por su fe.
Entre las agresiones reportadas se encuentra la proyección de mensajes antiisraelíes en un edificio de la Universidad George Washington, en Washington. Pero también tensiones entre quienes piden un alto al genocidio en Palestina y opositores a las marchas de simpatías por los civiles de la franja de Gaza.
Asedio. Diez centros médicos en la franja de Gaza recibieron la orden de evacuar, pese a que atienden a cientos de civiles heridos gravemente, entre ellos niños.
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