Ante la oleada de migrantes haitianos que cruzan México para llegar a Estados Unidos, el gobierno norteamericano cerró su frontera Del Río, en Texas, en un intento por frenar la migración.
Aunque muchos de ellos llevan años viviendo en América Latina, decidieron pedir asilo en Estados Unidos y algunos habitan bajo un puente en Del Río, una ciudad fronteriza entre ambos países.
Luego del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, muchos migrantes afirman que no pueden regresar debido a la inestabilidad, además de los daños causados por el reciente sismo en el país.
Sin embargo, este domingo entró en acción un plan de deportación masiva de migrantes, los cuales ya han logrado entrar a Estados Unidos por este punto fronterizo.
Esta representa una respuesta rápida a la gran afluencia de personas que cruzan de México a Estados Unidos y se congregan en la ciudad de Del Río.
Un funcionario norteamericano dijo que el número de vuelos dependerá de la capacidad operativa y de la voluntad de Haití, pero que se está realizando “un buen avance”.
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