El plan presupuestario demócrata de 3,5 billones de dólares está destinado a reducir la contaminación por combustibles fósiles en Estados Unidos, sin embargo, la Unión Europea también lanzó una propuesta para poner un impuesto al carbono.
Ambos planes están diseñados para proteger la producción de dichos combustibles y presionar a otros países a reducir las emisiones que provocan el calentamiento global.
Es una coincidencia que ambos planes consideren este tipo de impuesto, sin embargo, Estados Unidos y la Unión Europea podrían hacer una especie de alianza para presionar a China y otros países a incluirse.
Además, el plan presupuestario incluye prioridades demócratas sobre el cambio climático, incluido un plan de generación de electricidad limpia, y otros programas para abordar el cambio y conservación del cambio climático.
Para lograr el plan presupuestario demócrata se deben superar varias pruebas relacionadas con la política antes de que se vuelva realidad, pruebas y detalles que los demócratas no dieron a conocer en su propuesta fiscal.
Los impuestos fronterizos del carbono estarían diseñados para proteger la fabricación nacional, y así, reducir las emisiones de combustibles haciendo que las fábricas estén regidas por reglas ambientales. El senador de Nueva York, Chuck Schumer, dijo que se incluyó este impuesto para evitar que otros países contaminen.
Por otro lado, científicos advierten que es necesario reducir las emisiones de estos combustibles para que la temperatura global no se eleve aún más, ya que el planeta podría sufrir daños irreversibles. VN
Con información de The New York Times
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