El Pentágono anunció el sábado que “dos objetivos importantes” del grupo Estado Islámico (ISIS), un “organizador” y un “operador”, resultaron muertos mientras otro fue herido en un ataque con drones de Estados Unidos en Afganistán, sin revelar sus nombres.
“Puedo confirmar, ahora que hemos recibido más información, que dos objetivos importantes de ISIS murieron y otro fue herido” en el ataque lanzado el sábado desde fuera de Afganistán, dijo el general estadounidense Hank Taylor.
“Hasta donde sabemos, no hay víctimas civiles”, agregó.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, se negó
a
explicar si los blancos del
ataque
estuvieron directamente involucrados en el atentado del jueves cerca del aeropuerto de Kabul, que mató
a
más de 100 personas, incluidos 13 soldados estadounidenses.
Este atentado fue reivindicado por el grupo Estado Islámico en Khorasan (ISIS-K).
“Son organizadores y operadores del ISIS-K, esa es razón suficiente”, respondió el portavoz en una conferencia de prensa.
El
ataque
se llevó
a
cabo durante “una sola misión”, dijo Kirby.
Nadie dice que porque “los matamos, ya no tenemos que preocuparnos por el EI”, dijo el portavoz, y afirmó que el ejército estadounidense sigue “concentrado” en esta “amenaza aún activa”.
“El hecho de que estos
dos
individuos ya no se encuentren en la superficie de la Tierra es algo bueno”, continuó.
“De hecho, hay alrededor de mil 400 personas en el aeropuerto de Kabul que han sido controladas y registradas para vuelos hoy”, señaló el general Taylor.
En total, alrededor de 111 mil 900 personas han sido evacuadas desde el 14 de agosto, justo antes de la toma del poder por los talibanes en Kabul, según las últimas cifras del gobierno de Estados Unidos.
Disputa por el aeropuerto de Kabul
¿Quién dirigirá el aeropuerto de
Kabul
tras la salida de las fuerzas estadounidenses? Esa pregunta es vital para los nuevos gobernantes talibanes de Afganistán, pero también para los países occidentales que aún esperan evacuar extranjeros y afganos.
En sólo cuatro días, el 1 de septiembre, el aeropuerto internacional Hamid Karzai estará bajo la responsabilidad de los islamistas de línea dura, quienes ya el viernes afirmaban haber tomado “el control” ciertas zonas de la parte militar de las instalaciones.
“Nos vamos a ir el 31 de agosto. En esa fecha, estaremos devolviendo el aeropuerto al pueblo afgano”, dijo el viernes el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, poniendo fin a las especulaciones sobre la posibilidad de que el terminal aéreo quedara en manos internacionales.
Pero aunque el gobierno afgano se derrumbó ante el avance de los talibanes sobre
Kabul, los otrora insurgentes, ahora en el poder, aún no han formado gobierno.
“Gestionar un aeropuerto no es un asunto sencillo”, dijo Price. “Creo que tal vez no sea razonable esperar que haya operaciones aeroportuarias normales el 1 de septiembre”.
La idea de que el aeropuerto podría cerrarse temporalmente fue planteada el miércoles por su jefe, el secretario de Estado Antony Blinken.
¿Rol para Ankara?
Pero el aeropuerto también es importante para los países occidentales que quieren poder sacar a sus ciudadanos de Afganistán, así como a los miles de aliados afganos que no podrán ser evacuados en el puente aéreo dirigido por Estados Unidos hasta el 31 de agosto.
Hasta ahora, la OTAN ha desempeñado un papel fundamental: el personal civil de la alianza se ha encargado del control del tráfico aéreo, el suministro de combustible y las comunicaciones, mientras que los contingentes militares de Turquía, Estados Unidos, Gran Bretaña y Azerbaiyán se encargan de la seguridad.
Ante la inminente retirada total de las fuerzas internacionales, se pensó durante un tiempo que quizás Turquía entraría en escena y mantendría la responsabilidad de asegurar el perímetro del aeropuerto.
La esperanza era que los talibanes aceptaran la presencia de una pequeña fuerza de Turquía, una nación mayoritariamente musulmana que también forma parte de la OTAN.
Pero una vez que tomaron el poder, los talibanes han dicho repetidamente que no aceptarán ninguna presencia militar extranjera en Afganistán después del 31 de agosto, y los soldados turcos han comenzado a retirarse.
Sin embargo, las negociaciones han continuado en el frente diplomático.
Tras las primeras conversaciones el viernes entre funcionarios turcos y los talibanes en
Kabul, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reveló que los talibanes ahora quieren supervisar la seguridad del aeropuerto, al tiempo que ofrecieron a Ankara la opción de encargarse de la logística.
“Tomaremos una decisión una vez que prevalezca la calma”, dijo Erdogan, afirmando que el ataque suicida del jueves a las puertas del aeropuerto mostraba lo complejo de la misión.
Además de Turquía, los diálogos sobre el futuro del aeropuerto han incluido a Catar y a operadores privados, mientras que Estados Unidos ha dicho que está actuando como facilitador.
Pero la cuestión de quién se hace cargo del aeropuerto es delicada. Funcionarios estadounidenses afirman que, más allá de los problemas de seguridad, el aeropuerto está en mal estado. Además, según ellos, aparte del ejército de Estados Unidos, hay pocas entidades en el mundo capaces de hacerse cargo de él de un día para otro.
Expertos estadounidenses y occidentales en tráfico aéreo acaban de completar una evaluación del aeropuerto en un intento de valorar si los vuelos comerciales podrían reanudarse rápidamente, dijo Price el viernes.
Otros funcionarios son más tajantes: no habrá muchas aerolíneas que acepten volar a
Kabul
mientras los talibanes no sean capaces de ofrecer garantías respecto a la seguridad y a la infraestructura.