Estados Unidos anunció el martes la apertura de una nueva instalación de acogida de menores migrantes en una base militar en Texas para hacer frente a la afluencia de miles de niños no acompañados que cruzaron ilegalmente la frontera desde México.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), encargado de reasentar a miles de menores llegados a Estados Unidos sin sus padres, dijo que trasladó a 500 de ellos a Fort Bliss, una base ubicada en El Paso, a solo 5 km de la frontera entre Estados Unidos y México.
El HHS espera dar refugio en Fort Bliss a hasta 5.000 varones migrantes de 13 a 17 años.
“Los niños serán recibidos por el personal, se les hará un breve examen médico, se les proporcionará ropa, artículos de tocador, alimentos y refrigerios necesarios, así como un lugar seguro para descansar”, dijo la Administración para Niños y Familias del HHS, que ayuda a gestionar el programa de reasentamiento.
Según estadísticas del gobierno, el lunes el HHS tenía a su cuidado 12.035 niños migrantes, mientras que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), la agencia que primero procesa a los migrantes, tenía otros 4.068.
El gobierno del presidente Joe Biden se ha comprometido a permitir que los menores de 17 años que cruzan la frontera sin sus padres u otros familiares permanezcan en Estados Unidos, una decisión que, según los críticos, alienta el éxodo hacia el norte.
Estados Unidos enfrenta un fuerte aumento en las llegadas a la frontera de migrantes centroamericanos que dicen huir de la pobreza y la violencia en sus países, con un promedio reciente de casi 500 niños no acompañados que cruzan cada día.
El HHS solo ha podido entregar de 200 a 300 por día a familiares en Estados Unidos.
A eso se suman cientos de migrantes, predominantemente de países centroamericanos, que cruzan la frontera en unidades familiares. La mayoría son devueltos al otro lado, pero en algunas áreas México se niega a aceptarlos.
Los menores de edad han desbordado las instalaciones de CBP y HHS, generando críticas a Biden por el hacinamiento y forzando una búsqueda rápida de nuevos lugares para albergarlos, como Fort Bliss.
El martes, los funcionarios de inmigración abrieron por primera vez a periodistas un centro de detención fronteriza en Donna, Texas, en un esfuerzo por demostrar que los niños migrantes están siendo tratados con humanidad. DJ (Con información de AFP)
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