Tras cerca de tres años de pandemia, hasta ahora sólo Perú y Estados Unidos han hecho planes a nivel nacional para el cuidado de los huérfanos por Covid-19, que de acuerdo con diversos estudios es un grave problema de salud pública en todo el mundo y en México en particular.
De acuerdo con un estudio que utiliza datos de la Organización Mundial de la Salud y del Instituto de Métricas y Evaluación en Salud (IHME) de la Universidad de Washington, México, junto con los países mencionados y Brasil, vuelve a quedar como uno de los países de América donde más niños perdieron a sus padres o cuidadores debido a la pandemia, superando los 150 mil huérfanos.
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El análisis se publicó esta mañana en el Journal of the American Medical Association y señala la urgencia con que las respuestas pandémicas deben incorporar, además de la vacunación equitativa, programas que cambien la vida de los niños huérfanos.
El análisis destaca tres elementos que debe tener la atención oportuna de esos niños: prevenir la muerte de los cuidadores acelerando las vacunas, la contención y el tratamiento; preparar a las familias para brindar un cuidado alternativo seguro y enriquecedor, y proteger a los niños huérfanos a través del apoyo económico, la prevención de la violencia, el apoyo a los padres y garantizar el acceso a la escuela.
Además, los autores señalan que “una limitación importante es que las estimaciones de modelos no pueden medir el número real de niños afectados por la muerte del cuidador; la vigilancia pandémica futura debe incluir a estos niños”.
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