México quedará registrado como uno de los cinco países más afectados por la pandemia del nuevo coronavirus, algo que podía evitarse, pero sucedió por la forma que el gobierno federal eligió para hacer frente a esta crisis, concluyó un nuevo estudio de la revista The Lancet en su versión para América.
La decisión del gobierno federal de desviar la responsabilidad a los sistemas de salud locales, así como no sustentar opciones en evidencia científica, e incluso contradecirla, condenó a miles de mexicanos a la muerte, mientras millones más tendrán que vivir con secuelas físicas y económicas, de la pandemia.
El estudio sentencia que los pésimos resultados de México y Brasil en el manejo de la pandemia deben servir de ejemplo para modelar respuestas más efectivas a emergencias futuras.
Aunque la pandemia por Covid-19 tuvo consecuencias graves en casi todo el mundo, la respuesta del gobierno de México empeoró esta crisis al evadir su responsabilidad por no organizar una respuesta coordinada, tomar decisiones sin evidencia científica, politizar la emergencia y aplicar medidas fuera de tiempo, así lo señala un nuevo artículo de la revista The Lancet.
Los autores de este estudio crearon el concepto de Punt Politics, o la política de “pasar la papa caliente” para describir la respuesta que los gobiernos de México y Brasil tuvieron frente a la pandemia de Covid-19, y que explica gran parte de los resultados negativos que han registrado ambos países hasta el momento.
›Utilizar este tipo de política frente a la pandemia ha sido algo recurrente en el mundo, pero según los autores es “particularmente evidente y grave en los países en donde el federalismo coincide con el populismo” tal como sucede en México y Brasil, en donde este modelo produjo un colapso en el funcionamiento efectivo de los sistemas de salud, lo que contribuyó al enorme exceso de mortalidad.
El estudio midió el desempeño de 10 intervenciones no farmacéuticas en cada estado del país para corroborar la coordinación que el gobierno federal mantenía como parte de su responsabilidad ante una crisis como esta. Los resultados mostraron que no existía una respuesta homologada por parte de la Secretaría de Salud, lo que generó caos en algunas entidades.
10 intervenciones no farmacéuticas fueron analizadas en el país, y encontraron que la respuesta del gobierno generó caos en algunas entidades.
Además, este modelo analizó los mensajes que el presidente Andrés Manuel López Obrador pronunció desde el inicio de la pandemia, así como las políticas que se decretaron durante este periodo, especialmente aquellas que contradecían los principios científicos como la aplicación de pruebas masivas o el uso de cubrebocas, lo que evidenció aún más la falta de coordinación y la evasión de una respuesta federal.
El estudio señala de forma contundente que “el liderazgo populista delegó la responsabilidad de las intervenciones no farmacéuticas a los gobiernos locales, lo que tuvo consecuencias para la salud de los habitantes y la economía de estos lugares”, algo que va en contra de la obligación federal de coordinar una respuesta nacional ante una crisis de este tamaño.
Los autores identificaron que este tipo de manejo de la pandemia puede ocurrir en cualquier espectro político. También aclararon que este comportamiento “es más probable que se vea entre líderes que lanzan ataques partidistas contra instituciones establecidas, cuestionan el valor de la experiencia y maximizan las ganancias políticas en lugar de los resultados de salud”, como sucedió en México.