“Estoy hablando de guerra civil con toda seriedad”

¿Qué debe ocurrir para mitigar la polarización en México?

Pues creo que lo primero es despertar, despertar de la inconsciencia y de la idea según la cual todo se construye por contraste entre buenos y malos. Necesitamos construir una verdadera revolución de las conciencias que esté basada en la reivindicación de los derechos que debe otorgar el Estado mexicano a las personas de más escasos recursos y que tienen necesidades que no logran satisfacer aunque trabajen mucho. Y entender que es el Estado quien resuelve esas carencias a través de los derechos, no repartiendo dinero a cambio de lealtades compradas, sino con derechos.

“Se deben defender los principios de la democracia, pero defenderlos de no de manera moderada, hay que defenderlos radicalmente y por radical quiero decir desde la raíz. La única forma de entender la democracia en un terreno radical es reconociendo justamente qué papel le toca jugar al Estado, y entender que el Estado y los derechos están diseñados para proteger a los más débiles de la sociedad.

“Mientras eso no se entienda y no sepamos exigir colectivamente el cumplimiento de los derechos y no sepamos defender colectivamente la democracia entendida como esta forma de vida en la que son las personas con derechos las que organizan su propia convivencia, pues somos pasto seco para la polarización, de dos polos que quieren quedarse con todo”.

¿Es la hora de que los moderados entren en acción?

—Eso sería lo ideal, pero tenemos un Presidente que tiene a la polarización como estrategia de gobierno y de consolidación de su propio espacio de poder.

“Del Presidente no se espera moderación y tampoco de la estructura formal de Morena, que no es sino una organización fundada en la lealtad al Presidente, hay una simbiosis ahí entre el Presidente y Morena.

“Pero había otros actores que pensaba yo que podrían jugar ese rol de puentes, con otras miradas democráticas radicales y con los derechos del conjunto de la sociedad, pero no los veo. Del lado de Morena no no veo nada, y del lado de la oposición estoy percibiendo cada vez más encono también”.

¿Atajar la polarización estará en la agenda de la oposición?

—Los partidos de oposición han abandonado su propia posición ideológica y programática para definirse a sí mismos cómo organizaciones que combaten la corrupción, entonces cayeron en el juego del Presidente. Se dejaron atrapar por ese juego y, lo digo con toda claridad, también la oposición dejó de ser proclive a la defensa de los derechos de los más débiles y dejaron de honrar los procedimientos democráticos no sólo desde el plano electoral sino entendidos como la organización de la convivencia común.

“Estamos atrapados en una situación muy delicada, porque el Presidente tiene como estrategia la polarización, él no quiere un régimen plural y tampoco quiere un régimen de partido único. Entonces necesita un régimen polarizado, y en un régimen polarizado lo que hay es un Estado, un jefe de Estado y todos los demás, identificados como si fueran una y la misma cosa”.

¿El cambio tendrá que venir de las universidades o de las organizaciones de la sociedad civil?

—En estos momentos no veo quién se pueda oponer a ambos polos. No veo quién pueda decir: ‘No estamos de acuerdo con esta destrucción de las bases mínimas de la democracia, no estamos de acuerdo tampoco con la destrucción de la dotación de derechos y no estamos de acuerdo con la idea de que quitando al presidente todo se arregla’.

“Es mucho más profundo el problema y, en efecto, la sociedad civil organizada poco a poco pero ahí va es la conciencia crítica el pensamiento crítico. Pero no sólo la academia, los medios de comunicación están jugando un rol principal, lo mismo que las redes sociales en buena medida”.

¿Cómo visualiza el camino hacia 2024 con estas dosis de polarización?

—Yo soy en este territorio pesimista, en el territorio electoral. Después de lo que vimos el domingo 10 de abril, pues no hay razón para ser optimista bajo ninguna mirada razonable.

“La polarización va seguir, yo creo que es una estrategia perfectamente aplicada. Lo vemos diario en lo que dice el Presidente en la mañanera, que no sólo no frena sino que profundiza la división. Tampoco veo del lado de la oposición que logren despertar a la lógica de los derechos, las conciencias.

“Me consta, cada vez que trato de hablar con ellos, de los dos lados, de Morena y de la oposición lo que veo es una pared. Del lado de Morena me dicen: ‘sí, pero siempre que se respalde cualquier cosa que diga o haga el Presidente’. Esa es su condición para conversar, ya no digamos para actuar juntos, sino para conversar. Y del de la oposición, lo mismo: ‘siempre y cuando sea para pegarle a Andrés Manuel’. Nosotros pensamos que no es así, el país no puede salir adelante si se miente en esta lógica de polarización no va a ningún lado mas que a la guerra civil”.

¿Guerra civil?

—Así es. Y no uso estas palabras de manera irresponsable, estoy hablando de guerra civil con toda seriedad. No veo en el 24 buenos horizontes, creo que falta mucho para llegar y que mientras llegamos si se pueden crear condiciones para una situación de violencia generalizada y atizado desde el poder político.

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