En agosto, la actividad industrial del país, que incluye toda la transformación o el sector secundario de la economía, registró un nulo avance desde el resultado de julio; sin embargo, tres de cuatro componentes que integran el indicador tuvieron una contracción.
El índice que mide la actividad Industrial se mantuvo en 102 puntos, y aunque en términos anuales tiene un crecimiento de 3%, presenta un comportamiento de desaceleración desde junio pasado.
La minería fue la única que aumentó su actividad al tener un crecimiento de 0.4%, pero en términos anuales mostró cero avance. La construcción fue el componente que más cayó en la actividad industrial al tener un detrimento de 1.7%, y del 4.4% anual.
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La construcción es una de las partes de la economía mexicana que ha sido golpeada desde antes de que llegará la pandemia y recientemente ha estado inestable en su recuperación.
El componente de mayor crecimiento debido a la gran demanda de mercancías desde Estados Unidos, la industria manufacturera, tuvo un tropiezo durante el octavo mes de un 0.1%, pero en términos anuales avanzó un 6.4%, aunque debe de preocupar que al socio comercial le están anticipando una recesión económica a principios de 2023, lo que pasará factura a las industrias en México que prácticamente se han movido y crecido por ese mercado.
La distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final, también tuvo una disminución de 0.4%, de julio a agosto. Este sector que en su mayoría está en manos del gobierno marcó su tercer mes en declive de manera consecutiva, pero aún así tiene un crecimiento anual de 4% debido a la baja base comparativa.
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