Este jueves, el Estado mexicano realizó un Reconocimiento Público de la Responsabilidad del Estado Mexicano y Disculpa Pública a la periodista y defensora de los derechos humanos, Lydia María Cacho Ribeiro, en cumplimiento a la resolución del Comité de Derechos Humanos de la ONU, quien resolvió que hubo violaciones a sus derechos civiles y políticos por parte de diferentes autoridades mexicanas por hechos ocurridos en diciembre de 2005. En un histórico acto, realizado en el salón Revolución de la Secretaría de Gobernación, encabezado por Olga Sánchez Cordero, titular de la Segob y al que asistió como testigo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el canciller resaltó que “a 30 años de este lamentable suceso estamos aquí siendo consecuentes como Gobierno, con nuestra historia, con las omisiones y errores del pasado”.
“Hoy estamos aquí para ofrecer disculpas a nombre del Estado México a Lydia Cacho, pero también para reiterar que el Gobierno de la República, de Andrés Manuel López Obrador, no estará supeditado a intereses particulares; que el poder político y el poder público no estará subordinado al poder económico y para enfatizar que estaremos protegiendo aquí a quienes con su pluma o con su voz denuncien cuando la dignidad humana corra peligro o cuando el silencio sea cómplice de la injusticia”, subrayó.
Entrevistado al término del evento externó que antes el Estado mexicano no actuaba de esta manera. Refirió que en sexenios anteriores se cometieron violaciones a los derechos humanos de líderes sociales, entre ellos la de la periodista Cacho Ribeiro, que representa la libertad de prensa en México. Consideró que esta disculpa marca un cambio muy esencial en la vida pública de México, porque simple y llanamente el Estado no va a tolerar ninguna violación a los derechos humanos, es lo que quiere decir este mensaje. Al señalar que está muy satisfecho de poder haber sido testigo de esa disculpa, el canciller resaltó que tal acto enmarca un cambio profundo y de ahí vendrán todas las investigaciones y recomendaciones. Por su parte, Sánchez Cordero dijo también que “el quehacer periodístico no es ajeno a las condiciones de desigualdad existentes” y se comprometió a que “desde lo que en algún momento fue un espacio de censura como fue la Secretaría de Gobernación, defenderemos que siempre se exprese la oportunidad de disentir y contrastar y no la homogeneidad institucionalizada”. Lydia Cacho comentó que aunque el acto es por la tortura que se cometió en su contra, “definitivamente es representativo de lo que hemos vivido los periodistas durante tantas décadas”. El informe de la ONU estableció la arbitrariedad de la detención de la periodista en diciembre de 2005, así como el uso del aparato de la justicia para perseguir a defensores de derechos humanos, periodistas y cualquier persona que defienda la libertad de expresión. Además, dijo que la detención y tortura a las que fue sometida son consecuencia de lo publicado en su libro. ‘Los demonios del edén, publicado en 2003, retrata una red de prostitución infantil que involucra a empresarios y políticos y que derivó en una denuncia, por calumnias y difamación, en contra de la periodista del empresario poblano Kamel Nacif. Por ello, Cacho Ribeiro fue detenida en Cancún para ser llevada a Puebla y que durante el trayecto de más de 15 horas, fue sometida a tortura, según la resolución publicada en agosto del año pasado. (Con información de El Financiero y Notimex) NM