Lilia Paredes Navarro, esposa del depuesto presidente de Perú, Pedro Castillo, agradeció al Gobierno de México por recibirla como asilada por la persecución política de la que es objeto.
A través de su cuenta de Twitter, la exprimera dama se dirigió al pueblo peruano asegurando que en México ha encontrado “solidaridad” para su familia, por lo cual está “muy agradecida”.
“Agradezco al Gobierno de México y a ustedes por su preocupación permanente”, escribió.
Agregó que “vivimos un momento muy difícil, pero estamos unidos y su apoyo permanente nos fortalece”, publicó.
Además, solicitó a organizaciones que promueven los derechos humanos “a nivel nacional e internacional, que cautelen los derechos de nuestros compatriotas”.
En este sentido, solicitó que esos grupos pongan especial atención a la salud de su esposo; y remató afirmando que “ahora el futuro de nuestro país está en manos del pueblo”.
Esta última declaración de Paredes Navarro se da en medio de fuertes protestas que se viven en ese país a raíz del encarcelamiento de Castillo y que ha dejado casi una treintena de muertos.
Salida de Lima
Se trata de la primera declaración de la exprimera dama tras llegar a México desde Lima, donde pudo salir de la embajada de nuestro país junto a sus dos hijos menores de edad con un salvoconducto negociado por el gobierno mexicano.
La madrugada del miércoles, Paredes salió acompañada del embajador de México en Lima, Pablo Monroy, a quien le otorgaron un lapso de 72 horas para abandonar el país andino; pues fue categorizado como persona non grata.
Al respecto, el Andrés Manuel López Obrador aseguró que no romperá relaciones con el Perú, ya que hay muchos mexicanos en ese país y tiene que atenderlos.
De acuerdo con la canciller peruana Ana Cecilia Gervasi, el Gobierno peruano informó a su contraparte mexicana que Paredes es investigada por un delito y que no es un asunto político.