La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del tramo 5 sur del Tren Maya, publicada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reconoce que los beneficios de este tramo son limitados frente a los grandes impactos que se producirán en la zona desde la etapa de preparación de esta obra, hasta su mantenimiento.
El documento contabilizó 58 efectos adversos que van de críticos a moderados frente a 13 beneficios que se concentran especialmente en factores económicos, culturales y de paisaje, mientras que los elementos ambientales como flora o fauna de la región serán los más afectados en todas las etapas de este proyecto.
Este informe reconoce que las especies protegidas en alguna categoría de riesgo de la NOM-059 de Semarnat enfrentarán efectos adversos severos durante la preparación y mantenimiento de esta obra, y que este peligro se volverá moderado durante la construcción y operación del Tren Maya.
Al respecto, Emiliano Monroy Ríos, doctor en ciencias hidrológicas y buzo de cuevas que ha trabajado durante muchos años en la zona, comentó en entrevista para ejecentral que el resumen ejecutivo del documento aborda muy poco el tema hidrogeológico, lo cual llama la atención pues este tramo pasa por de los dos sistemas de cuevas más grandes del mundo y que en conjunto tienen 650 kilómetros a lo largo de la costa.
El experto destacó que estos no son los únicos que se encuentran en la zona, y que en la MIA sólo mencionan detalles de dos cuevas, Ox Bel Ha y Sac Actun, las cuales no se tratan como formaciones kársticas con peligro de hundimiento, como efectivamente lo son.
Estas referencias resultan insuficientes considerando, añade Monroy, que el trazo del Tramo 5 intersecta a estos sistemas de cuevas en alrededor de 50 puntos. El mayor peligro en cuanto a este sistema hidrogeológico, agrega, sería el descarrilamiento del tren de carga y el derramamiento de toneladas diésel o combustóleo.
El experto destaca que sí se menciona, por ejemplo, la posibilidad de que haya derrames de aceite quemado del tren, pero no a la carga en sí.
Guillermo D´Christy, consultor ambiental en calidad del agua, también resaltó las inconsistencias de este documento en una serie de mensajes publicados en redes sociales, y cuestionó el prestigio del Inecol al publicar un estudio que “aparentemente” no contó con evaluaciones de expertos en el sitio.
Otros expertos, como el buzo José Urbina Bravo, fueron aún más críticos al señalar que esta MIA fue elaborada por un equipo de menos de 15 investigadores, mismos que nunca se presentaron en este tramo o “se camuflaron” muy bien, ya que ninguno de los especialistas que trabaja en esta zona fue consultado para la elaboración de ese documento.
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