Varias regiones de España han anunciado un endurecimiento de las medidas anticovid pero el gobierno descarta un confinamiento general pese a una esperada alza de los contagios tras las fiestas navideñas, según indicó este jueves el ministro de Sanidad.
La situación sanitaria del país con la incidencia del virus en aumento genera “muchísima preocupación”, señaló el ministro Salvador Illa en conferencia de prensa.
“Vienen semanas complicadas, y hay que volver a tener la guardia muy alta”, advirtió Illa.
Pero un confinamiento de la población “no está en la mente nuestra ni es una medida que contemplemos en estos momentos” y las restricciones que se pueden aplicar gracias al estado de alarma en vigor hasta mayo son suficientes, a su juicio.
España retiene fresco en la memoria el recuerdo del confinamiento que rigió entre marzo y junio pasados en todos el país, uno de los más estrictos de todo el mundo.
El ministro hizo estas consideraciones al ser preguntado sobre la petición que hiciera la región de Castilla y León (centro), una de las más afectadas, de imponer un confinamiento domiciliario durante un periodo corto.
España, que ha registrado más de 51 mil decesos desde el comienzo de la pandemia, se acerca a la barrera de los 2 millones contagios notificados.
Ante el deterioro de la situación, varias regiones españolas, que son las competentes en materia de salud, han endurecido las restricciones desde comienzos de año, adelantando, por ejemplo, la hora del toque de queda nocturno o cerrando determinados comercios.
La mayor parte de las regiones mantiene también desde hace semanas cierres perimetrales, lo que significa que no se puede entrar o salir del territorio sin una razón de peso.
En Cataluña (noreste), una de las regiones con mayor población, se prohíbe desde este jueves el movimiento entre municipios si no es por fuerza mayor.
La región de 7,5 millones de habitantes con capital en Barcelona decretó también el cierre de centros comerciales y gimnasios, los bares y restaurantes solo pueden servir desayuno y almuerzo y el fin de semana abrirán únicamente los comercios esenciales como farmacias y supermercados.
Por último, los niños volverán a clase el 11 de enero, para retrasar los más posible su regreso tras las festividades de fin de año.