Las producciones interactivas digitales, que incluyen a todos los videojuegos, fueron clasificadas como patrimonio cultural dentro de la nueva reforma a la Ley de Depósito Legal en España, por lo que aquellos títulos que hayan sido desarrollados por estudios o personas de dicho país deberán entregar una copia a las bibliotecas nacionales para su conservación.
Con esta reforma, los videojuegos también podrán integrarse al Bono Cultural Joven de España, un programa que otorga 400 euros a las personas que alcanzan la mayoría de edad este año para comprar distintos contenidos o experiencias en este rubro.
Los promotores de esta reforma han subrayado que “este movimiento es un esfuerzo de promoción cultural para fortalecer nuevas industrias y sus relaciones con los más jóvenes”, algo que ha tenido éxito en otros países en donde esta industria ha ganado terreno poco a poco.
José Ramírez del Río, portavoz del partido de ultraderecha Vox, declaró que “dentro de menos tiempo del que el gobierno piensa nosotros derogaremos esta reforma como muchas otras con las que se ha agredido a la nación española”.
Entre los títulos que deberán integrarse a la Biblioteca Nacional de España se encuentra GRIS, uno de los juegos independientes más exitosos de la última década, y que fue desarrollado completamente por talento de este país.
Otros videojuegos que podrían integrarse a esta biblioteca son éxitos comerciales como dos títulos de la saga Metroid, así como Castlevania: Lords of Shadow, que vendió más de un millón de copias en los primeros dos meses de su lanzamiento.
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