El presidente Andrés Manuel López Obrador subió hoy el nivel de confrontación con los medios de comunicación.
Esta vez, el mandatario arremetió contra los diarios El Norte y Reforma, a los que acusó de “imponer” gobernadores en Nuevo León.
Al abundar sobre su denuncia de “compra de votos” contra el candidato del PRI al gobierno de Nuevo León, Adrián de la Garza, López Obrador dijo que la acusación no le ha gustado a sus adversarios.
“Claro que a nuestros adversarios… ¿Cómo les va a gustar a los del Reforma o a los de El Norte, de Nuevo León, lo que decimos, si ellos manipulan desde hace tiempo e imponen de esa forma a gobernadores en Nuevo León? Y lo vuelvo a decir, gobernadores mediocres y ladrones”, dijo López Obrador.
El Presidente también se refirió a los diarios El Universal y El Financiero, los cuales habrían recibido préstamos del gobierno federal en el sexenio pasado, y que ahora, dijo, se han vuelto críticos porque ya no reciben fondos.
El principal efecto de la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador de atizar la polarización entre los mexicanos es que “nos tiene hablando de las elecciones en Nuevo León, y no de la tragedia en el Metro de la Ciudad de México”, dijo el director de Consulta Mitofsky, Roy Campos.
“Desde hace una semana, el tema de conversación era el Metro, y eso fue muy costoso en la popularidad del Presidente. Pero hoy está hablando de las elecciones en Nuevo León, que es un tema que polariza, que puede no darle popularidad, pero que lo saca de un tema incómodo y que lo vuelve a poner en la posición de ‘controlo la agenda’”, dijo Campos, en entrevista para el programa Estrictamente Personal, de Foro TV.
“De lo que hoy se habla es de lo que el Presidente quiere que se hable. Esa es la ganancia que obtiene López Obrador al poner en la mesa un tema, como el de Nuevo León, que polariza: evitar un tema que le ha sido costoso”, dijo Campos al referirse al colapso en la Línea 12, en el que murieron 27 personas y que salpica a sus principales prospectos para la sucesión presidencial.
Al respecto, Javier Márquez, socio fundador de Buendía & Laredo y del portal Oraculus, dijo que si bien la polarización es más marcada en el plano político, hay “señales preocupantes” de que la opinión que tenemos sobre el gobierno y los opositores se traslade al la opinión que tenemos sobre familiares, amigos y vecinos.
En este afán por desviar la atención de los temas incómodos, el presidente López Obrador volvió a arremeter contra los medios de comunicación.
Respecto al periodista Ciro Gómez Leyva, conductor del noticiario estelar de Grupo Imagen, el mandatario dijo que gana un millón de pesos mensuales, y es beneficiario de un contrato que tiene la televisora con el gobierno federal a través de un reclusorio por el que la autoridad paga dos mil millones de pesos al año.
Agregó que como el gobierno negociará una reducción de 300 millones en los pagos, eso irrita a los propietarios de la televisora y al conductor. “Entiendo que por eso es el enojo y como está Ciro ahí, pues diario Ciro en contra de nosotros”.
Al respecto, el periodista escribió en su cuenta de Twitter: “El presidente @LopezObrador_ volvió a expresarse de forma falaz y despreciativa sobre mi trabajo y persona. Décima ocasión que lo hace en un año. Cada día es más artero, más agresivo desde su todavía muy grande poder. Que quede registro”.
Respecto a los diarios El Universal y El Financiero, López Obrador dijo que están “enojados” porque se les cancelaron los préstamos que solían recibir en el pasado. El primero, dijo, obtuvo un crédito de Nacional Financiera por 200 millones de pesos, en tanto que el segundo habría sido por 120 millones de dólares.
“Ya nadie tiene guardia, ya no hay Estado Mayor Presidencial, pues se les quitó la guardia y eso es parte de su enojo, pero además los convenios que tenían de publicidad pues eran millonarios. El Financiero, vean ustedes ahora las encuestas de El Financiero, ya me desplomé, ya estoy en el suelo, la gente ya no me quiere”, ironizó el mandatario para ilustrar las supuestas represalias de los medios.