Con tono seco y un rostro duro que dejaba ver su molestia, el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), contra el Instituto Nacional Electoral (INE), sus magistrados y sus resoluciones.
Tomado con fuerza del atril, con una postura totalmente rígida, el mandatario aseguró que dejar sin candidatura a Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón fue un exceso y un golpe a la democracia.
Afirmó que no existe justificación alguna que se haya cancelado las candidaturas por presuntamente no justificar un gasto de 14 mil pesos de precampaña, cuando ni siquiera tuvieron.
A la vez, aseguró que esta decisión lleva también un componente extra: un acto de provocación; sin embargo, pidió a los ciudadanos no engancharse, cambiar los candidatos y seguir adelante.
“Estos golpes llevan también ese pródigo de desmoralizarnos, no, hay que echarse para adelante, la libertad no se implora, se conquista, se tiene que hacer valer la voluntad y los sentimientos del pueblo en Guerrero y Michoacán”, señaló el mandatario.
Sin embargo, pese a la notoria molestia, el discurso cambió y López Obrador pidió a los ciudadanos “no engancharse, no caer en la provocación, aceptar el resultado, sustituir candidatos y adelante, pero no caer en la provocación de la confrontación y la violencia, seguir luchando de manera pacífica”.
El mandatario no dejó pasar la oportunidad de cuestionar si los consejeros del INE o del TEPJF son demócratas, a lo que él mismo respondió que no, porque “conspiran contra la democracia”.
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