El mercado de la amapola en México reporta complejas modificaciones. Entre 2018 y 2019 hubo una menor cantidad de superficie cultivada, pero la erradicación también cayó en 60 por ciento, lo que podría deberse a una menor cantidad de elementos dedicada a esa tarea. Y aunque la superficie es menor, los rendimientos por hectárea crecieron en casi 30 por ciento al igual que la potencia de la sustancia.
Entre 2018 y 2019 la superficie de cultivos de amapola en México se calculó en 21 mil 500 hectáreas, lo que equivale a 30 veces la superficie de Ciudad Universitaria, de acuerdo con el informe más reciente de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), conocido como Proyecto MEXK54.
Desde 2014, cuando comenzó el monitoreo en suelo mexicano —debido a que junto con Afganistán y Myanmar es uno de los tres gigantes productores de amapola—, el país no ha podido bajar de la estimación de más de 20 mil hectáreas cultivadas. El pico lo tocó entre 2016 y 2017, cuando la superficie de ese cultivo ilegal se calculó en más de 30 mil hectáreas.
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Pese al paso de tres gobiernos de diversas corrientes políticas (Calderón, Peña Nieto y López Obrador) la región montañosa de la Sierra Madre Occidental, concentrada en el denominado “Triángulo Dorado”, donde convergen los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango sigue concentrando la mayor cantidad de superficie cultivada.
Plantíos. La superficie de cultivos en el país es 30 veces mayor a Ciudad Universitaria.
El Proyecto MEXK54 encontró que si bien la cantidad de cultivos fue menor, el rendimiento de la goma de opio se elevó en un 27% a nivel nacional y en la región de Guerrero el rendimiento se disparó en 42%, lo que habla de una especialización entre los amapoleros.
“Durante los trabajos de campo, se observó que los campesinos usan fertilizantes, herbicidas y plaguicidas, lo que indica una mejora en las técnicas de cultivo, cosecha y manejo lo que permite obtener un mayor rendimiento de goma de opio por hectárea sembrada”, dice la ONU.
Con la administración de López Obrador, la destrucción de plantíos cayó en 60%, al pasar de 199 mil 791 a sólo 80 mil 593.
El documento también indica que en el último año de Peña Nieto se destruyeron 61 laboratorios de drogas, mientras que en el primer año de la 4T la cantidad fue de 45.
Además del rendimiento por hectárea, el análisis químico de la amapola mexicana establece que esta se volvió más potente. La concentración nacional de morfina en la goma de opio para el periodo reportado fue de 17.6%, mostrando un ligero aumento de 1.4% con respecto al periodo anterior.
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Pese al bajo nivel de destrucción, ONU no detectó que el comportamiento de distribución de cultivos se haya modificado. A nivel municipal la distribución de hectáreas destruidas está, al igual que el caso de las entidades, concentrada en pocas unidades.
En 2019 sólo en 8.9% (220) de los municipios mexicanos se realizaron actividades de destrucción de la planta.
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