Por Jorge Villapando | @jvillalpandoc
Los objetos eróticos usados al menos en la última centuria en México ahora son exhibidos en una interesante colección que se presenta en el Museo del Objeto (MODO) de la colonia Roma, en la Ciudad de México.
Decenas de fotografías, carteles, anuncios espectaculares, productos mercantiles, imágenes, vestimenta, arte pictográfico y artículos que despiertan el erotismo, el deseo y la exploración de la sexualidad se encuentran reunidos en la exposición “Erotismos: la vida íntima de los objetos”, que se presenta del 21 de abril al 28 de agosto en dicho recinto.
Dentro de esta cuidadosa colección se encuentran cientos de objetos de carácter erótico segmentados por décadas y que, a través de pasillos que se convierten en un laberinto, recorremos la sexualidad a través del siglo XX.
Ahí podemos encontrar imágenes e historias de las divas del cine mexicano como Tongolele o María Victoria, hasta el libro Sex de Madonna o las imágenes seductoras de Marlon Brando o Marilyn Monroe.
En “Erotismos. La vida íntima de los objetos” le preguntamos a las cosas qué nos pueden decir de nosotros, de nuestros deseos y de las historias que nos aceleran la sangre. El erotismo es una persecución de los deseos, es la sexualidad cuando se pone a soñar artísticamente. Se distingue de la pornografía porque no es la representación explícita del sexo, sino un camino que hace un rodeo fantasioso. En este contexto se detalla el arte mexicano erótico, la publicidad que ha usado los mismos recursos desde siempre para vendernos cosas distintas, el cine, las recamaras que guardan sus secretos y por los espectáculos en que pasamos nuestras noches…
La vida íntima de los objetos sea un pretexto para hablar y fomentar la tolerancia y la imaginación.
