Se considera que 85% de las empresas mexicanas premia la adicción laboral y no promueven la salud en sus colaboradores. Por ello, 45% de los profesionales mexicanos padece esta adicción teniendo como consecuencia la aparición de problemas psicosociales. Por lo general son personas de entre 30 y 48 años de edad.
La adicción al trabajo es una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar incesantemente, lo que afecta la salud, la felicidad y las relaciones personales recuerda la doctora Erika Villavicencio Ayub, de la Facultad de Psicología de la UNAM. Los llamados workaholics dedican más tiempo a trabajar que a otras áreas de su vida. Viven pensando en temas laborales aún sin estar físicamente en el lugar y por paradójico que parezca les cuesta trabajo delegar tareas laborales.
La adicción al trabajo (workaholism, en inglés) es un concepto reciente en la cultura mexicana, aunque en la literatura mundial se conoce desde 1968, cuando el profesor Wayne Oates lo utilizó para referirse a su experiencia laboral comparándola con el alcoholismo.
¿Por qué una persona se vuelve adicta al trabajo? Algunos aspectos tienen que ver con cuestiones económicas, pero otros van de la mano con la enorme competitividad que existe en el mercado laboral y esa necesidad de conseguir éxito en lo que se hace, alcanzar el puesto deseado o un mayor prestigio. Otros más se hacen adictos al trabajo por temor a perder el empleo o la falta de organización que permite la acumulación y sobresaturación laboral. También existen casos de gente que adquieren esta adicción por el ambiente familiar que viven así como por la falta de afectos personales que se suplen con el trabajo.
Prevención e intervención Algunas estrategias de prevención para este tipo de adicción propuestas por la doctora Villavicencio Ayub consisten en enseñar al trabajador a distribuir su tiempo de forma saludable combinando el trabajo y la vida privada, no incitarlos a que dediquen cada vez más tiempo a su trabajo y realizar actividades en conjunto con su familia.
Cuando existe algún síntoma o riesgo de padecer adicción al trabajo, se puede acudir a grupos de apoyo para hablar de las dificultades que encuentran cuando no está trabajando, o tener el acompañamiento de un coach laboral que facilite al trabajador alcanzar sus metas laborales de la mejor forma posible, así como impulsar el trabajo en equipo.
Asimismo, cuando ya existe algún caso de adicción al trabajo diagnosticado, se puede brindar asesoramiento y psicoterapia al trabajador para redirigir su obsesión por el trabajo, modificar sus conductas compulsivas y detectar las causas de las mismas, crear grupos de ayuda para este tipo de adictos, así como consolidar servicios de asistencia y promoción de la salud integral de los empleados.
Y aunque algunas empresas consideran bueno tener trabajadores con este tipo de conductas, para la especialista en Psicología Ocupacional “no debe confundirse a los empleados responsables, dedicados, productivos y comprometidos con los adictos al trabajo” porque, además de los problemas extralaborale,s pueden estar expuestos a problemas cardiovasculares, gástricos, musculares, padecer de hipertensión o cansancio crónico, experimentar trastornos sexuales o insomnio.
Dado que la adicción al trabajo es igual que el resto de las adicciones, es necesario recobrar el equilibrio laboral y personal, de otro manera se puede incrementar el consumo de alcohol, fármacos u otras drogas e incluso se puede llegar a la muerte por exceso de trabajo, conocida como Síndrome de Karoshi.
“El compromiso y la vinculación laboral se constituyen por personas sanas, que logran desconectarse cuando es oportuno, descansar y volver al trabajo con altos niveles de productividad y tienen comportamientos positivos que no dañan su salud ni calidad de vida”, expresó la investigadora. (Por María Luisa Santillán de DGDC-UNAM)