Un memorándum interno con el que se topó Santiago Nieto al llegar a la Unidad de Inteligencia Financiera lo llevó a iniciar una investigaciones contra sus antecesores, porque en ese documento se ordenaba, sin explicación alguna, el desbloqueo de 722 cuentas bancarias que involucraban a un centenar de empresarios y algunos exfuncionarios con presuntas operaciones irregulares. Los muy bien enterados aseguran que las pesquisas han avanzado a tal nivel que en poco tiempo se dará a conocer una red de extorsiones y sobornos que existió desde la UIF del expresidente Enrique Peña Nieto, con apoyo de exservidores públicos de la entonces PGR, que entonces dirigía Alberto Elías Beltrán.