Podría decirse que los procesos electorales en Ecuador y Guatemala no han terminado. Para algunos analistas este momento es, más bien, crítico. Y es quizá la tendencia que podrían experimentar otros países del continente.
Apenas la semana pasada, en ambos países salieron a votar por sus candidatos. En ambos ocurrieron resultados sorpresivos. En Guatemala ganó la izquierda, y en Ecuador, la candidata del expresidente Rafael Correa se tendrá que enfrentar a un joven sin trayectoria política e hijo de un empresario millonario.
Especialistas aseguran los especialistas, que en ambos casos, el avance de los outsiders que se pronunciaron contra la corrupción, por la seguridad y la economía, enviaron un claro mensaje: la gente está cansada de los políticos y especialmente los jóvenes, que en los dos países empujaron los votos haciendo mancuerna con las redes sociales. Algo más: en ambos territorios los habitantes tenían miedo por la presencia de organizaciones criminales y el poder de grupos corruptos, pero aún así salieron a las calles a ejercer su derecho.
Otro dato importante, en ambos países el Poder Legislativo será un contrapeso. En el caso del país centroamericano lo ganó la derecha con el oficialismo; en el caso de los ecuatorianos, la abrumadora mayoría lo tendrá el partido de izquierda del expresidente Correa.
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Un elemento que sobresale en los comentarios de los analistas es que en Latinoamérica no hay una sola izquierda, sino diferentes izquierdas, con historias y fines distintos.
Así, estas características podrían ser la tendencia en América Latina, y asomarse en los próximos 18 meses en los que habrá elecciones en distintos países, incluido México.
En Guatemala votó la alegría y la esperanza, se venció el miedo, sostiene Juan José Hurtado —director de la Asociación Pop No’j—, y ahora hay que defenderla. Y esto porque el candidato electo, Bernardo Arévalo, activista progresista y anticorrupción que le ganó en la segunda vuelta a la exprimera dama, Sandra Torres, golpeando al bloque conservador del país, ha conocido de un plan para matarlo, y en paralelo las presiones en su contra continúan, por parte de la fiscalía.
“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió el 24 de agosto de 2023 la Resolución 48/2023, mediante la cual otorgó medidas cautelares a favor de Cesar Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera Aguilar, binomio presidencial del Movimiento Semilla, elegido según los resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral, tras considerar que se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Guatemala”, se asentó en la resolución de la CIDH.
Y en el caso de Ecuador, donde el asesinato del candidato Fernando Villavicencio añadió un ingrediente de terror, también se dio un resultado sorprendente. La candidata Luisa González (identificada como afín al expresidente Rafael Correa), se enfrentará en una segunda vuelta en octubre a Daniel Noboa, un personaje fuera de la política y heredero de una familia adinerada.
La “democracia Spotify”
En un análisis elaborado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), titulado Apuntes sobre Elecciones Presidenciales Ecuador 2023 se plantean nueve primeras conclusiones, entre ellas se cuenta el que la “ciudadanía no tuvo miedo de salir a votar a pesar del clima de violencia e inseguridad. La participación (82.26 %) es la más alta en primera vuelta de las dos últimas décadas”.
Además el documento, firmado por Alfredo Serrano Mancilla, muestra cómo el correísmo sigue siendo la principal identidad política del país, pero no necesariamente es un triunfo garantizado para la segunda vuelta.
“Hay que tomarse en serio la idea de ‘democracia Spotify’ en países donde estamos ante un Estado Fallido y con alto grado de inestabilidad y fragmentación política. O sea: Ecuador o Perú. En estos casos, un alto porcentaje del electorado no politizado cambia de candidato como de canción. Y seguramente esto explica que el segundo candidato más votado podría haber sido cualquiera. Este domingo le tocó a Noboa (el hijo del multimillonario Noboa)”, advierte la Celag.
Otro dato, añade el análisis, es que “la inseguridad importa muchísimo, pero la ciudadanía ecuatoriana no optó por la vía Bukele….¿Por qué? Seguramente porque también importan otros temas, como el empleo y salario, la educación y sanidad, las políticas sociales, etcétera.”
Guatemala, en proceso
Como ocurrió en Ecuador, en Guatemala el voto de los jóvenes sirvió a los candidatos que estaban por debajo en las encuestas. Esto a pesar de que Arévalo tiene 64 años de edad, pero tiene dos activos muy importantes: es hijo del que es considerado el mejor presidente del país y los primeros votantes creyeron en su compromiso de poner fin a la corrupción y a la persecución política de activistas y opositores.
Además, las redes sociales importan, sostiene Juan José Hurtado. Fueron los jóvenes los que empujaron a los adultos a perder el miedo, y hacer de una fiesta el día de las elecciones. Ahora, dice el activista, hay que enfrentar las amenazas que provienen, consideró, de esas fuerzas que integran “el pacto de corruptos” que quieren continuar con el control del Estado.
“Según la parte solicitante, el binomio presidencial del Movimiento Semilla, Cesar Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera Aguilar serían objeto de estigmatización, hostigamientos, acoso, exposición pública de su información personal por medio de plataformas virtuales, así como amenazas que incluyen la existencia de dos planes para atentar en contra de sus vidas e integridad; uno incluso notificado por fiscales”, asentó la CIDH que pidió al Estado guatemalteco la protección de ambos personajes.
En tanto, la pelea legal continúa por parte de Arévalo y la población lo está apoyando. “Aún en el peor escenario esto ha venido a inyectar entusiasmo, alegría y abrir perspectivas y a desarrollar conciencia en Guatemala”, aseveró el director de la Asociación Pop No’j.
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