Resulta que en el gobierno federal hay quienes están muy enojados con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) porque dicen que los están llenando de recomendaciones, cuando ellos acaban de llegar y los ponen en mal; obviamente se trata de casos que a ellos no les tocaron, sino que son violaciones a derechos humanos cometidos entre 2013 y 2017. Oséase que no se dan cuenta que esas 21 recomendaciones que les llegaron desde el 1 de diciembre las tienen que aceptar como representantes del Ejecutivo, como Poder del Estado, y no pensar que es algo personal del ombudsman Luis Raúl González Pérez; pero dicen los que saben que ese malestar malamente se lo están transmitiendo al presidente Andrés Manuel López Obrador y con ello informándole mal siendo que, al contrario, sería la oportunidad para la ahora Fiscalía General, el Ejército, la Marina, el IMSS, la Semarnat, la Secretaría de Seguridad, CFE, SEP y Función Pública, que han sido receptoras de esos documentos, de que ahora sí se atenderán.