Es una novedosa técnica de lipomasaje abreviada como LPG, que consiste en reducir las zonas afectadas por la acumulación de grasas mediante la estimulación de la circulación y la reducción del tejido adiposo. Se trata de un procedimiento que se lleva a cabo mediante una técnica no invasiva y segura que permite remodelar las zonas rebeldes que, por lo general, no responden a las dietas o rutinas de ejercicios como suelen ser las chaparreras, muslos y glúteos en los que suele mostrarse la antiestética celulitis o presentar un volumen por encima del normal en comparación con el resto del cuerpo. Este tratamiento está indicado para quienes padecen problemas de retención de líquidos o circulatorios, siempre y cuando no existan problemas agravados de la circulación como varices o flebitis. Uno de los síntomas generales del envejecimiento es la reducción de la circulación que se lleva a cabo en todo el cuerpo como consecuencia del estrechamiento de los vasos sanguíneos y que se acentúa en las piernas. La falta de la circulación en esa zona reduce la cantidad de oxígeno que reciben los tejidos y comienzan a formarse irregularidades mediante la acumulación de residuos tóxicos y retención de líquidos, aunque existen muchos factores agravantes que contribuyen a la aparición de esta condición como pasar mucho tiempo sentado o una alimentación inadecuada. Las mujeres por su metabolismo hormonal son más propensas que los hombres a presentar estas anomalías en tejido graso porque su porcentaje respecto al músculo también es mayor. De acuerdo a la edad y la extensión de las lesiones estéticas así como la zona a tratar, se determinará la intensidad del tratamiento así como el tiempo y número de sesiones. Los resultados comenzarán a notarse en las primeras semanas del tratamiento, aunque las diferencias más notables puede que no se aprecien hasta que se haya completado el tratamiento, en la mayoría de los casos dura alrededor de 10 sesiones. Los resultados de Endermologie dependen también de las medidas post-tratamiento, pues para contribuir en el proceso de recuperación y mejorar los resultados existen una serie de prácticas que podemos adoptar durante su proceso. Son tres puntos principales sobre los que actúa esta técnica; la reducción de volumen, flujo sanguíneo y aspecto externo de la piel, cuando esta se ve afectada por la celulitis. Con base en cuál de estas tres condiciones sea la más problemática se personalizará tu tratamiento al aumentar o disminuir las frecuencias específicas para enfocar los resultados a las áreas más afectadas. La intensidad de las frecuencias también se puede ajustar, por lo que las molestias asociadas de su aplicación son casi nulas, aunque siempre depende de la sensibilidad de cada persona. El proceso se lleva a cabo en cabinas médico-estéticas y al tratarse de una técnica no invasiva no requiere anestesia general ni local, como sucede con otros tratamientos destinados al tratamiento de la celulitis y reducción de volumen. El tiempo de las sesiones también puede variar entre media hora y 50 minutos depende de la zona y el nivel del problema que tengas. El espaciado promedio de cada sesión está entre una y dos semanas. Si planeas someterte a este tratamiento, te sugerimos seguir las siguientes recomendaciones:
- Beber abundante agua, jugos de frutas o té depurativo para favorecer la eliminación de toxinas
- Evitar los refrescos azucarados y el alcohol, de preferencia hasta terminar el tratamiento
- Caminar al menos una hora diaria para promover la eliminación de toxinas mediante la activación del sistema linfático
- Someterte a sesiones de masajes de drenaje linfático para favorecer el desplazamiento de grasas
- Practicar ejercicio de fuerza para incrementar tu tono muscular