Los presidentes de Paraguay, Mario Benítez, y de Uruguay, Luis Lacalle, lanzaron este sábado fuertes críticas a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, quien no se quedó callado y los retó a debatir sobre democracia.
“Le digo al presidente de Paraguay: ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre democracia. Ponga usted la fecha presidente Lacalle, o ponga usted la fecha presidente López Obrador y Venezuela está lista para debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución y de neoliberalismo. De cara a los pueblos o en privado, con respeto y sin exclusiones”, exclamó Maduro.
Durante su discurso en la VI cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente Benítez advirtió que su participación en la reunión no representa un reconocimiento al mandatario venezolano.
“Mi presencia en esta cumbre en ningún sentido ni circunstancia representa un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro”, expresó Benítez.
En marzo de 2020, el departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Maduro de delitos como “narcoterrorismo”, tráfico de drogas, posesión de armas, entre otros, y ha ofrecido 15 millones de dólares por su captura.
Desde entonces, el sucesor del fallecido Hugo Chávez, quien por lo general viaja a Cuba o a otros países caribeños, ha evitado salir de su Venezuela. Este viaje a México es el primero de carácter oficial desde que fue acusado por la justicia estadounidense.
Las relaciones entre México y Venezuela, marcadas por tensiones en gobiernos pasados, se han estrechado con la llegada a la presidencia mexicana de López Obrador. Una de las coincidencias entre ambos gobiernos son los cuestionamientos sobre el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Al respecto, el presidente uruguayo, dijo que si bien se puede estar en contra de algunos dirigentes, eso no significa que las instituciones deban desaparecer.
Lasalle se refería de manera implícita a Luis Almagro, secretario general de la OEA, quien ha sido cuestionado por su “injerencia” en las crisis políticas de Bolivia y Venezuela, y cuya gestión ha sido criticada por el canciller mexicano Marcelo Ebrard.
