En el contexto de la pandemia por Covid-19, 2.2 millones de jornaleros constituyen una población altamente vulnerable por dos flancos: por las formas de traslado desde sus lugares de residencia y por los campamentos en que viven en los centros de cultivos, ambas caracterizadas por el hacinamiento y la falta de condiciones de higiene.
Un estudio elaborado por el Colegio de la Frontera Norte (Colef) advierte que “dada su participación en las cadenas de producción de alimentos y su condición de precariedad, que los lleva a vivir al día, los jornaleros agrícolas difícilmente podrán parar de trabajar (durante los días de contingencia sanitaria y distanciamiento social por el nuevo coronavirus), por lo que es urgente tomar medidas para garantizar las adecuadas condiciones de trabajo y vivienda que permitan la preservación de la salud”.
La Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas demandó a las autoridades de los tres niveles de gobierno, especialmente a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), implementar medidas de salud para la protección de los trabajadores jornaleros frente al avance de la pandemia de Covid-19.
En los estados del norte actualmente trabajan más de 200 mil jornaleros, 80% de ellos concentrados en Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa en condiciones salariales y laborales precarias y con grandes rezagos en servicios de salud que convierten al grupo en una población altamente vulnerable a la enfermedad que, hasta ahora, alcanza 20 mil 739 casos confirmados y ha dejado mil 972 muertos.
Entre las medidas sugeridas por la asociación de jornaleros está la toma de temperatura a los trabajadores en salida y llegada, para identificar posibles personas infectadas, proporcionándoles las condiciones necesarias para un aislamiento y tratamiento adecuados.
Además, generalizar las brigadas por parte de la Secretaría de Salud, para monitorear los contagios en campamentos y dar atención a la prevención y a los casos de infección y enfermedad grave.