Se acabó la venta de comida chatarra en las escuelas de nivel básico. La Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Educación para ofrecer Entornos Escolares Saludables.
Con 479 votos a favor, ninguno en contra y tres abstenciones, los legisladores federales dieron un paso en favor de la alimentación de niñas, niños y adolescentes de México, y así intentar frenar la epidemia de obesidad y sobrepeso a la que se enfrentan.
Según datos de la Encuesta Nacional de Nutrición Continua del INEGI, 18 por ciento de las niñas, niños y adolescentes entre cinco y 11 años sufren sobrepeso y 20 por ciento padecen obesidad; el porcentaje entre los jóvenes de 12 a 19 años se ubica en 27 y 15 por ciento, respectivamente.
Esta información fue retomada por Fernando Armando Contreras Castillo, quien presentó la propuesta, y por Flora Tania Cruz, presidenta de la Comisión de Educación, en su exposición de motivos previo a la votación de la reforma.
El dictamen, precisó Tania Cruz, prohíbe la venta de alimentos y bebidas de bajo valor nutricional en escuelas desde preescolar hasta secundaria; además no se podrá emitir publicidad dentro de los planteles y sus alrededores.
“El objetivo es garantizar el acceso a estilos de vida saludables dentro y fuera de los planteles escolares (...), toda vez que es en las escuelas donde pasan buena parte de su tiempo y donde lamentablemente suelen tener acceso a alimentos que no son propios para su sano desarrollo”, indicó la legisladora.
Así, el dictamen que reforma la Ley General de Educación involucra la venta de comida chatarra, bebidas azucaradas, la eliminación de la publicidad, la regulación de las máquinas expendedoras, los alimentos a granel y establece las facultades de las autoridades para vigilar y sancionar a quienes incumplan con la ley.
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Contreras Castillo lamentó que uno de cada dos niños y niñas nacidos a partir de 2010 esté destinado a padecer diabetes, por lo que esta reforma propone dotar de “riqueza alimentaria” a las escuelas mexicanas, con alimentos de temporada, frescos y regionales.
Vale la pena recordar que este dictamen toma como referencia las advertencias y consejos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) respecto al tema de la obesidad infantil y el consumo de alimentos poco saludables en los menores.
Además, a principios de septiembre la Cámara de Diputados celebró el foro Entornos Escolares Saludables, en donde se abordó el tema de la alimentación, la educación y las enfermedades crónicas en los niños y niñas mexicanas.
La doctora Theresa Shamah, directora del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas (CIEE), indicó que en los últimos 40 años aumentó el consumo de alimentos industrializados en México, sobre todo en los hogares de menor ingreso económico.
En cuanto al consumo de refrescos, México es el número uno, lo peor –indicó Shamah – es que solo el 31 por ciento de las escuelas del país cuentan con bebederos, el 12.2 con al menos un garrafón de agua y el 17.7 por ciento no funcionan.
La doctora Shamah precisó que la eliminación de comida y bebidas con bajo valor nutricional ayuda a contrarrestar el sobrepeso y la obesidad, aunque añadió que se debe dotar a los menores con espacios recreativos y fomentar la actividad física.
En ese entonces aplaudió la iniciativa de la Cámara de Diputados y recordó que el tema ha estado en la mesa durante cuatro administraciones, hasta que el dictamen fue aprobado por los legisladores federales.
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