En 2022 la complicidad entre criminales y autoridades de todos los niveles; la impunidad en todos los delitos, incluyendo violaciones graves a derechos humanos y casos de corrupción, aunado a la falta de enjuiciamiento de esos crímenes, se mantuvieron como los principales problemas en México, de acuerdo con un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos.
De acuerdo con el informe anual sobre prácticas de Derechos Humanos en México que elabora la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado estadounidense, los principales asuntos en materia de derechos humanos reflejaron abusos graves por parte de las fuerzas de seguridad, incluyendo al Ejército y la Guardia Nacional.
“La impunidad y las tasas extremadamente bajas de enjuiciamiento siguieron representando un problema para todos los delitos, incluidos los abusos contra los derechos humanos y la corrupción. Hubo informes de que algunos agentes del gobierno fueron cómplices de bandas criminales internacionales (cárteles), y las tasas de enjuiciamiento y condena fueron bajas por estos abusos”, señala el informe.
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En contraste con el discurso que el sábado pasado envió el presidente Andrés Manuel López Obrador a los “políticos hipócritas e irresponsables” de Estados Unidos, al asegurar que en México “no hay simulación y de verdad se combate a la delincuencia organizada y de cuello blanco”, el informe de la institución encargada de la política exterior en ese país sostuvo que en numerosos casos de desapariciones, torturas y homicidios se vieron involucradas autoridades en prácticamente una absoluta impunidad.
En el documento de casi 50 páginas —en las que también se menciona casos emblemáticos de violaciones graves a derechos humanos, como el caso de los sacerdotes jesuitas asesinados en junio pasado y que a la fecha sigue impune—, se advierte que a pesar de que hubo informes de numerosas desapariciones forzadas por parte de grupos criminales, a veces con denuncias de complicidad con las autoridades, “las investigaciones, los enjuiciamientos y las condenas por delitos de desaparición forzada fueron raros”.
La creciente violencia e impunidad en los delitos por cuestión de género como la violencia familiar y los feminicidios; el hostigamiento e intimidación que se reflejó en ataques físicos y cibernéticos contras los periodistas por parte de funcionarios, incluidas las descalificaciones, censura y demás descalificaciones de López Obrador también fueron parte de las preocupaciones que observó el gobierno estadounidense.
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