La prevalencia de la subalimentación en México es alrededor del 6.1 %, lo cual significa que 7.8 millones de personas padecen este problema, según datos del informe Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe elaborado y publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La subalimentación es un indicador diseñado para captar un estado de privación de energía que dure más de un año, por lo que no refleja los efectos efímeros de las crisis temporales o la ingesta inadecuada de nutrientes esenciales, que pueden causar desnutrición aunque la persona se alimente con regularidad.
La cifra de subalimentación para México es ligeramente menor al número de habitantes que tiene todo el estado de Veracruz, el segundo más poblado del país, y un poco más de los que tiene el de Puebla, según el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI.
Si bien la prevalencia de México es considerablemente menor a la de otros países de Mesoamérica, pues la de Nicaragua es de 18.6 %, la de Guatemala de 16 % y la de Honduras de 15.3 %, el total de personas que padecen esta condición en estos tres países es menor, pues suman 5.6 millones con hambre.
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A lo largo de los últimos veinte años, la subalimentación ha crecido en México; desde estar presente en el 3.3 % de la población al actual 6.1%, que se alcanzó en el año 2017 y que se ha mantenido más o menos constante desde entonces.
Los datos del portal FAOSTAT muestran que esta tendencia creciente de México contrasta con la decreciente que ha tenido la subalimentación en la región de América Latina y el Caribe, donde se ha visto un descenso generalizado desde una prevalencia en 10.7 % de la población. También indican que la prevalencia ha sido constante mayor para las mujeres adultas que para los hombres adultos.
En cuanto a la inseguridad alimentaria, la dificultad para conseguir comida causada sobre todo por la disparidad entre los ingresos de las personas y los precios de los alimentos, la FAO reporta que en México se ha mantenido estable, “afectando a una cuarta parte de su población en 2019-2021”, que es más o menos el nivel que se tiene desde 2020.
Sin embargo, una buena noticia del informe de la FAO es que la malnutrición infantil ha disminuido en México en estas dos décadas, lo cual se ve favorablemente reflejado en el hecho de que en 2000 la prevalencia del retraso del crecimiento de niños y niñas menores de cinco años era de poco más del 20 % mientras que en 2020 fue alrededor del 12 %.
Dato
La subalimentación se refiere a un estado de privación de energía que dura más de un año
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