En estos momentos, en Madagascar, miles de personas están sufriendo niveles “catastróficos” de hambre en lo que diversos expertos califican como la primera hambruna impulsada enteramente por el cambio climático.
La Organización de la Naciones Unidas (ONU) estima que en el país, alrededor de 1.4 millones de personas se encuentra en altos niveles de inseguridad alimentaria, y 30 mil experimentan el nivel más alto reconocido internacionalmente.
El hambre se debe a que Madagascar está pasando por la peor sequía en cuatro décadas, sobre todo en la región sur de la isla, y es muy posible que la situación empeore más, pues está por llegar la temporada del año en la que, en circunstancias normales, hay escasez, pues es poco antes de la cosecha.
“Se acerca la temporada de hambre”, dijo Issa Sanogo, coordinadora residente de la ONU en esta nación, en una declaración retomada por la agencia ZME Science. “La gente podría quedarse sin los medios para comer, sin dinero para pagar los servicios de salud o para enviar a sus niños a la escuela, para obtener agua potable e incluso para obtener semillas para plantar”.
Gravedad. Las sequías en el territorio han sido cada vez más intensas, imposibilitando la siembra de alimentos y el acceso a otros derechos.
Dada la situación, se calcula que más de 500 mil niños menores de cinco años padecerán desnutrición aguda de hoy hasta abril de 2022; de esos niños, más de 110 mil probablemente llegarán a estar gravemente desnutridos y en peligro de muerte. Una crisis tan severa “no tiene precedentes”, dijo Sanogo.
Madagascar experimenta con frecuencia sequías y se ve afectada por el fenómeno meteorológico llamado El Niño; pero en 2016, este fenómeno provocó un descenso de 75% en las lluvias en comparación con los últimos 20 años, y esto provocó pérdidas de cosechas de hasta el 95 por ciento.
La actual sequía inició hace dos años y la gente también se ha visto afectada por tormentas de arena que han bajado drásticamente la productividad de sus tierras de cultivo.
El reciente informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) prevé un aumento de la aridez en Madagascar, si el cambio climático continúa.