En una esquina tenemos a Rosario Robles y en la otra a Emilio Lozoya, los dos trabajaron con Enrique Peña Nieto. Ambos están en la cárcel, pero ella por un delito que no amerita prisión preventiva y, él, más por presión social y política que por delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Yo no soy ni abogada para defenderlos, ni fiscal para acusarlos, mucho menos juez, pero sí soy periodista y tengo las pruebas, están a la vista de todos.
Lo que demuestran estos casos es que la justicia es selectiva, según el apellido. Aquí les dejo algunas diferencias que demuestran la doble vara:
Diferencia 1
Robles, extitular de la Sedesol y Sedatu, lleva dos años y ocho meses en prisión. Aún no hay juicio porque los jueces de control, según me dice su hija Mariana Moguel, son de consigna.
Ah, ella estaba de viaje y se presentó voluntariamente.
Para Lozoya, exdirector de Pemex, había una ficha roja de la Interpol, lo detuvieron en España. La 4T mandó un avión privado para extraditarlo y al llegar no fue a la cárcel sino a un hospital, privado también. Ojo, 15 meses después lo metieron al Reclusorio Norte.
Ah, a él lo encerraron después de la foto en la que demostré que el señor se daba la vida de… digamos, mirrey, en el Hunan.
Diferencia 2
Una se presenta dos veces ante su juez, el otro se escapa.
Robles demostró que falsificaron su licencia de conducir, la prueba que usó Felipe Delgadillo Padierna para meterla a la cárcel. Claro, ese juez es el sobrino de Dolores Padierna, la esposa de Bejarano, el de los videos.
Rosario presentó la denuncia por la licencia fake; él no ha presentado ninguna prueba de sus dichos.
Aquí está la cereza del pastel: ese juez, el implacable con Rosario, ¡aceptó que Lozoya pagara 2.6 mdp para evitar ser procesado por defraudación fiscal! Y me pregunto: ¿No fue la 4T la que equiparó defraudación fiscal con crimen organizado?
Diferencia 3
A Rosario no le han encontrado millones en sus cuentas. En 2019 se quedó sin abogados al no poder pagarles por su “precaria situación económica”, según informó la firma que la defendía.
Lozoya ofreció 10.2 millones de DÓLARES por los casos Odebrecht y Agronitrogenados como acuerdo reparatorio para recobrar la libertad, unos 204 millones de PESOS.
Qué les cuento, 10 millones de dólares son las “propinas” --como llaman a los sobornos-- que altos ejecutivos de Odebrecht transfirieron a la cuenta de Lozoya, según confesaron ante autoridades de Brasil.
Y no es para echarle sal a la herida, pero una propina es lo que ofrecía Lozoya por su libertad ¿no Ancira llegó a un acuerdo para pagar 216 millones de dólares como reparación del daño por Agronitrogenados?
Diferencia 4
Rosario se declaró inocente del desvío de 5 mil millones de pesos en la Sedesol y Sedatu. Ella NO está acusada de haberse robado el dinero, sino de omisión, un delito que no es grave.
Milo, como lo conocen en su casa, es un criminal confeso.
Diferencia 5
Hasta ahora no se sabe de algún documento que ella haya firmado para atentar contra las dependencias que encabezó. El daño podría ser reparable.
Él duplicó la deuda de Pemex; suman 760 millones de dólares de daño por Agronitrogenados y --respiren profundo--, en el primer día hábil de su administración (03/12/2012) en su oficina, en el piso 44 de Pemex, firmó un convenio modificatorio al suministro de etano con Braskem/Idesa (filial de Odebrecht) ¡para quitarle a nuestra paraestatal su inmunidad soberana!
El daño que le hizo a Pemex es irreparable.
Diferencia 6
A ella se le ha exhibido ante la opinión pública como ‘trofeo’ de un supuesto combate a la corrupción.
Él fue considerado por el Presidente de la República como un “testigo colaborador”.
Diferencia 7
Pareciera que a Robles se le juzga por quién es, una figura ‘incómoda’.
Lozoya se dio el lujo de ser considerado ¡aliado de la 4T! para beneficio propio.