Todo parece indicar que la regenta Claudia Sheinbaum quiere ganar a la mala lo que no puede hacer a la buena. Se siente la corcholata favorita de AMLO y, para no fallar como lo hizo en los comicios de 2021, manda al diablo al Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
Como mala perdedora cambia las reglas de un momento a otro a través de Morena en el Congreso de la CDMX, así lo hizo con la transición en las alcaldías y ahora con el IECM.
Pero aún no se sale con la suya porque es la Suprema Corte y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quienes tienen la última palabra.
Los diputados de oposición interpusieron una acción de inconstitucionalidad ante la SCJN por la reforma al IECM que aprobó Morena y sus aliados en el Congreso local y que ordena la eliminación de cinco áreas especializadas, lo que traerá como consecuencia el despido de 105 trabajadores. ¡Así como lo están leyendo! A más tardar el 1 de septiembre, 105 personas pasarán a las filas del desempleo.
Según Morena -obvio, con el apoyo y ordenes de la regenta-, la reforma fue en nombre de la austeridad; pero, la oposición y los mismos consejeros electorales locales demostraron que se violó la autonomía del órgano electoral.
La diputada Ana Villagrán, del PAN, dice que no puede haber nada más denigrante en la democracia que vulnerar a los institutos electorales para tener una autoridad al servicio del gobernante en turno.
Ana Villagrán es una de las legisladoras que se opuso con mayor firmeza a la reforma del IECM. Ojo, estuvo en contra de la desaparición de la Unidad de Género y Derechos Humanos, un tema que Sheinbaum trata de invisibilizar porque el respeto a las mujeres y a los derechos humanos, simplemente, no se le dan.
La reforma también desaparece la Unidad de Vinculación con Organismos Externos. Ojo, la diputada Villagrán me explicó que fue precisamente el IECM el que decidió darle voz a los chilangos en el extranjero, tanto así que el Congreso de la CDMX es el único instituto electoral local que tiene una diputación migrante, la cual ocupa Raúl Torres, quien, por cierto, es del PAN.
“Atacar al IECM es atacar el corazón de la democracia … Defender al Instituto es defender tu derecho político de tener elecciones que le sirvan al país”, resaltó la panista.
Dicen los morenistas que la reforma fue por austeridad republicana y para terminar con cuotas y cuates en el órgano electoral, pero hasta el momento no se sabe de denuncias que hayan presentado por actos de corrupción.
El IECM se ha defendido por varias rutas, pero mientras hay definiciones en la SCJN y el TEPJF, deben hacer el plan de finiquito de los 105 funcionarios de las áreas que amputó Morena, entre ellas la de Fiscalización, sí, la que se encarga de ponerle lupa al gasto de los candidatos.
El consejero electoral, Mauricio Huesca, advirtió que para llevar a cabo los despidos en tiempo y forma se necesitan entre 30 y 35 millones de pesos que NO tienen.
La consejera presidenta del IECM, Patricia Avendaño, asegura que el Instituto está limitado para completar las tareas de 2022, ¡hacen falta 200 millones de pesos!
Para 2022, el Instituto pidió un presupuesto de mil 955 millones de pesos, pero el Congreso sólo le aprobó mil 201 millones, un recorte de 38.5%.
En contraste, a quien no le faltan recursos para ir y venir de un lugar a otro para promocionar su imagen rumbo al 24 es a Sheinbaum.
Podrá explotar el Metro o haber balaceras en restaurantes, pero ella se pasea por el país; mientras ella amputa brazos al IECM, hay más bardas pintadas que la apoyan como la sucesora de AMLO; mientras ella viola la ley electoral, busca dinamitar a la autoridad que calificará los comicios del 24. Al parecer, todavía no supera el descalabro de perder nueve de las 16 alcaldías.
Esta corcholata, ya se abolló ¿o no? O será qué solo le alcanzó para ser tapa-rosca… veremos.