Sí, otra vez una mujer pone en jaque al gobierno federal. Ahora es María Elena Pérez-Jaén quien le causa un dolor de cabeza al presidente Andrés Manuel López Obrador por la opacidad en la compra de medicamentos.
Y no hablamos de cualquier cosa, hablamos de los millones que el gobierno de López Obrador le otorgó a la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés) para la compra de medicamentos y material de curación. Ustedes se preguntarán ¿cuáles medicinas si hay desabasto? Esa es la pregunta que nos hacemos todos.
María Elena, quien sí sabe de transparencia, se dio a la tarea de solicitar al gobierno federal los acuerdos con la UNOPS para la adquisición de medicamentos 2021-2024, para lo cual se le pagarían al organismo internacional —tomen un fuerte, o dos, antes de seguir leyendo— ¡seis mil millones de dólares!, algo así como ¡128 mil millones de pesos!
Resulta que las instituciones declararon la inexistencia de la información y el INSABI, a cargo de Juan Ferrer, respondió que los contratos los tiene la UNOPS. Sí, leyeron bien, los contratos que le dio el gobierno de México a la UNOPS no los tiene el gobierno de México, al menos eso dicen.María Elena no es de las que se queda cruzada de brazos y menos cuando se pone en riesgo la vida de las personas por la falta de medicamentos.
Bueno, cómo estará la cosa de turbia que, hasta el secretario de Salud, Jorge Alcocer, ha criticado a la UNOPS, y eso que él parece más aviador que funcionario.
Acuérdense que, en junio, Alcocer dijo en una mañanera que la 4T hizo en 37 días lo que la UNOPS no pudo hacer en 10 meses: comprar 710 claves de medicamentos y 286 de material de curación.
¿Se le han cancelado contratos o convenios a la UNOPS o seguirán hasta 2024?, ¿se le han impuesto sanciones?, ¿cuánto se le debe? Pues no lo sabemos porque hay opacidad, por eso la insistencia de María Elena para que haya rendición de cuentas.
Esta no es la primera vez que María Elena delata la opacidad de López Obrador. Es la piedrita en el zapato del tabasqueño en cuestiones de transparencia.
Y si no me creen acuérdense que, en 2003, siendo consejera de transparencia del Distrito Federal, destapó la telaraña de opacidad de los segundos pisos a través del Fideicomiso para el Mejoramiento de las Vías de Comunicación, el cual, por cierto, operó la regenta Claudia Sheinbaum, entonces secretaria de Medio Ambiente capitalino.
En ese entonces fue tal el enojo que López Obrador ordenó a sus diputados locales en la Asamblea Legislativa que destituyeran a María Elena como consejera, lo cual hicieron, pero la SCJN ordenó su reinstalación. ¡Así como lo están leyendo!
Y cómo olvidar que el año pasado, María Elena hizo una revelación que causó enojo en Palacio Nacional. Dijo que en mayo de 2014 conoció a Alfonso Romo, quien trató de convencerla de la ‘honestidad valiente’ de López Obrador. Romo le quiso vender chiles a Clemente Jacques y, obvio, no le salió el numerito.
La charla fue en un departamento en una zona fifí de la Miguel Hidalgo. Él insistió en la transparencia de López Obrador como jefe de Gobierno del Distrito Federal (2000-2005). Luego de esta revelación salieron a la luz anécdotas de quienes pasaron por algo similar con Romo.
Ya veremos cómo le va a López Obrador con el tema de la UNOPS porque seguramente María Elena jugará todas sus canicas y seguirá siendo la piedrita en el zapato del presidente, así como lo es la senadora Lily Téllez para Hugo López-Gatell.
Ojo, Lily es la secretaria de la Comisión de Salud en el Senado y quiere que López-Gatell comparezca no sólo por su irresponsabilidad en el manejo de la pandemia, sino por el desabasto, ya ven que al funcionario de Salud le da por arremeter contra los niños con cáncer que NO tienen quimios.
“Lo reto a duelo público: el charlatán y los científicos”, escribió Lily en Twitter. ¡Tómala!