Adiós a Redes Sociales Progresistas (RSP), dirigido por Fernando González, yerno de Elba Esther Gordillo; a Fuerza por México (FXM), ligado al senador suplente de Morena y líder sindical, Pedro Haces, y al Partido Encuentro Solidario (PES), que está vinculado a grupos religiosos evangélicos. Ninguno de estos institutos políticos convenció al electorado, pero nos costaron 476 millones 469 mil 411 pesos. ¿Qué hubiéramos comprado con esos recursos públicos? Ojo, nos hubiera alcanzado para pagar un millón 985 mil vacunas contra la Covid-19 de Pfizer, las cuáles cuestan 12 dólares, unos 240 pesos.
Para que dimensionemos el dato de las vacunas aquí les va un comparativo: el martes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que solicitaría a Estados Unidos un millón 300 mil dosis de vacunas anticovid. ¡Así como lo están leyendo!
En lugar de darles dinero a estos impresentables pudimos haber pagado unas 17 mil quimioterapias en la Fucam, sí, la misma que dejó de recibir recursos públicos en la administración de Ya Saben Quien.
Otro dato. El dinero de los tres partidos es superior al que se destinará este año al programa de apoyo de refugios especializados para mujeres víctimas de violencia de género, sus hijos e hijas, el cual tiene etiquetados 405 millones de pesos. O hubiera alcanzado para la operación de mes y medio a todas las estancias infantiles a nivel nacional las cuáles atendían a 330 mil niños
No hay que irnos tan lejos, con el financiamiento de estos partidos políticos pudimos cubrir medio año del gasto de la Oficina de la Presidencia de la República. Así las cosas.
Definitivamente RSP, FXM y el PES tienen que hacer cuentas con el Instituto Nacional Electoral (INE). De antemano, a cada uno de estos partidos le tocaban 158 millones 823 mil 137 pesos como financiamiento público federal en 2021.
Peeeero ninguno alcanzó el mínimo del 3% de los votos en los comicios a diputados federales para continuar con el registro. De acuerdo con los cómputos distritales, RSP se quedó con el 1.76% de los votos, FXM obtuvo lo equivalente a 2.47%, mientras que el PES consiguió el 2.75 por ciento. Esta es la segunda vez que este último instituto político perderá su registro en los últimos tres años. Recordemos cómo llegaron a las boletas.
En septiembre del año pasado, con votación dividida, el INE le dio su registro al PES. Los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama fueron contundentes al evidenciar la participación ilegal de ministros de culto en la formación del partido.
Mientras tanto, con otra votación dividida, el Consejo General del INE rechazó el registro de RSP y de Fuerza por México por anomalías en el proceso de recolección de firmas de respaldo, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó que se les diera el aval como partidos políticos.
Lo que son las cosas, resulta que se rechazó el registro de México Libre, de Margarita Zavala y Felipe Calderón, pero qué les cuento, que Margarita fue impulsada por el PAN y se convirtió en la candidata a diputada federal más votada del país.
Y ya que estamos en esto de los recuentos de los cómputos distritales, los partidos que seguramente tienen los focos rojos encendidos de cara al 2024 son el PT y el PRD.
El primero obtuvo 3.24% de la votación y el segundo 3.64%, así que pasaron de panzazo y eso les debe preocupar.
Ojo. El PVEM no debe estar tan seguro. A pesar de que uno de sus impresentables candidatos, me refiero a Ricardo Gallardo, logró la gubernatura de San Luis Potosí, el partido obtuvo el 5.43% de los votos en las elecciones de diputados federales. En una de esas, este instituto político que viola leyes electorales y se mueve a conveniencia deja de existir en tres años. ¡Quihúboles!
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