No cabe duda; no sólo enfrentamos la pandemia contra la Covid-19, sino la pandemia de la violencia contra las mujeres. Ya basta de los feminicidios, de las violaciones, de los atentados a nuestros derechos, de la venta de niñas, de los recortes presupuestales, de que nos pongan una muralla en Palacio Nacional…
Todos los días vemos un episodio de violencia. No hay que irnos tan lejos, ahí tienen a Simon Levy amenazando de muerte a su vecina, una mujer de la tercera edad. La señora Emma asegura que no quiere regresar a la CDMX por los constantes ataques del exfuncionario, quien le quiere quitar la herencia de su padre.
El jueves 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y un motivo para que se escuche fuerte y claro nuestro ¡ya basta!
Las cifras son escalofriantes, aunque no más que las historias, pero aquí se las dejo por aquello de que los números no mienten:
Ojo, sólo entre enero y agosto de este año se registraron 672 carpetas de investigación por feminicidio, pero la mitad de estos casos se concentraron en 69 municipios del país, según datos de Conavim.
Hay que poner atención en Culiacán, Sinaloa; Ciudad Juárez y la capital de Chihuahua; Tlaquepaque, Tlajomulco, Guadalajara y Zapopan, en Jalisco; Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, en la CDMX; Benito Juárez, en Quintana Roo, y Puebla, Puebla.
También en Tijuana, Baja California; Ecatepec, Chicoloapan y Tultitlán, en estado de México; Guaymas y Hermosillo, en Sonora; Tapachula, Chiapas; Irapuato, Guanajuato, y en la capital de San Luis Potosí.
Conavim, a cargo de Fabiola Alanís, también reconoce que nueve de cada 10 violaciones de niñas ocurren en el ámbito del hogar, mismas que no se denuncian por desconfianza en la autoridad, miedo o pena.
En el primer semestre de 2021 hubo 98% de impunidad en los delitos de violencia contra las mujeres, de acuerdo con la organización Nosotras Tenemos Otros Datos.
Una de cada cuatro mujeres en México ha sufrido violencia de pareja, en forma física, sexual o psicológica en el último año, dijo Arie Hoekman, representante en el país del Fondo de Población de Naciones Unidas.
Casi 300 mil niñas y niños se han visto obligados a contraer matrimonio, la mayoría vendidos a una pareja mayor, Guerrero ocupa el primer lugar a nivel nacional en matrimonios forzados justificados en las costumbres y, para cerrar estas cifras de terror, 11 mujeres son asesinadas al día en México.
Lo paradójico es que mientras más violencia hay contra las mujeres y niñas, más mujeres tenemos en puestos públicos estratégicos: siete gobernadoras, 62 senadoras, 250 diputadas federales, ocho secretarias de Estado.
Es nuestro tiempo, el tiempo de las mujeres, aunque parece que a veces le pedimos peras al olmo, con una Claudia Sheinbaum que reprime las manifestaciones, secretarias que no saben qué es la sororidad, incluso diputadas que se enfrentan entre ellas, propician agresiones contra Margarita Zavala y quitan recursos a la lucha contra el cáncer de mama o refugios contra las mujeres. ¡Ya basta!
Como dicen las Rebeldes con Causa, Lorena Villavicencio, Laura Rojas, Martha Tagle y Verónica Juárez, hay que “feminizar al poder”. Por eso resalto el trabajo de las mujeres valientes que ayudan a otras, como el Colectivo 50+1, un gran grupo de políticas, académicas y especialistas que apoyan e impulsan mecanismos de empoderamiento de las mujeres.
Es nuestro momento. Ni una mujer más amenazada, asesinada, violentada, hay que escucharnos entre nosotras. Como dirían en ONU Mujeres México: Escucha, cree, apoya.
Si desde el poder tratan de invisibilizarnos, hagámonos visibles. Ya chole ¿no?
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