Este es el momento para que el góber de Jalisco, Enrique Alfaro, demuestre que ninguno de sus colaboradores tiene un manto de impunidad. No se puede lavar las manos ante un llamado desesperado de ayuda que involucra a uno de sus funcionarios.
Ángel tiene nueve años y ha sido víctima de la violencia de su padre, de acuerdo con fotografías, documentos oficiales y el relato de la madre. El padre es Ángel Ulises Preciado López, hermano del subsecretario general de Gobierno, Alain Fernando Preciado.
La madre del menor, Ángela María Barba, relató en un video que su expareja es una persona violenta que le ha impedido ver a su hijo y que “se ha jactado en innumerables ocasiones de estar protegido por el Estado”, no sólo por ser hermano del subsecretario de Gobierno, sino de Isaac Preciado, coordinador de asesores en materia electoral y quien es pareja de la diputada federal de MC, Mirza Flores.
Ángela dice que después de la separación, el niño estuvo viviendo un año con ambos padres, pero notó que el menor tenía marcas de violencia.
“De los cinco fines de semana que tuvimos de convivencia en casa, su papá una vez me lo entregó lleno de moretones, descalabrado; y en el otro había pasado cuatro días en el hospital”, enfatizó la mamá de Angelito, como le llaman al niño.
El 6 de febrero de 2021, asegura, su expareja la arrojó contra una reja y ya no la dejó ver al niño. Y para colmo, advierte, el papá tiene tres denuncias penales ¡por violencia, abuso infantil y violación!
El señor, de acuerdo con un documento del DIF Zapopan “racionaliza la práctica violenta, la normaliza (…) es una persona emocionalmente inestable”, por ende, “no es viable para continuar con el trámite de guarda y cuidado (del menor)”.
Ese documento está fechado en septiembre del año pasado y, pese a los resultados de la prueba psicométrica, él tiene la custodia provisional y no ha llevado a Angelito a sus valoraciones psicológicas.
Ángela y su familia ya han tenido amenazas y responsabilizan a Ángel Ulises Preciado de cualquier cosa que pueda sucederles ante los constantes alardes de él de estar protegido por sus familiares que tienen altos cargos públicos.
Si la calculadora no falla, el video se publicó casi un año y medio después de que la madre ya no pudo ver a su hijo, así que todo el proceso se hizo por la vía legal y hasta ahora se destapa.
La primera reacción de Alfaro fue una declaración desafortunada: “Me parece muy delicado que asuntos de carácter familiar empiecen a ventilarse de esa manera, queriendo generar un problema de carácter político”.
Luego, el video se hizo viral y el góber optó por recibir a Ángela, a quien le aseguró que no hay tráfico de influencias y que las autoridades correspondientes revisarán el caso.
Yo le recuerdo a Alfaro que en mayo de 2019 escribió en redes sociales: “Las niñas y los niños son lo más importante de nuestra sociedad, pero al mismo tiempo los más vulnerables; en Jalisco no podríamos pensar en la refundación sin que esta agenda esté al centro y con toda seriedad”.
Este, como el terrible caso de Luz Raquel Padilla, la madre de un pequeño con autismo que fue quemada viva, pondrán a prueba a las autoridades de Jalisco.
Ojo en el caso de Angelito porque la violencia vicaria es la expresión más cruel de la violencia de género porque las parejas o exparejas violentan a sus hijos para dañar a la madre. Sólo cuatro entidades la han tipificado: Zacatecas, Yucatán, Hidalgo y Estado de México.
De acuerdo con el Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria, al menos hay 205 casos de violencia vicaria registrados en México y en 80% de ellos, las madres fueron separadas de sus hijos de forma inesperada.