La falta de empatía y la insensibilidad de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, es irreal. Comenzó una cacería de brujas contra los restauranteros. ¡Que alguien le explique que ocho de cada 10 restaurantes en la CDMX están en riesgo de quebrar, que medio millón de personas se quedarían sin trabajo y que no sólo habría crisis económica, sino de seguridad!
Lo que no es parejo es chipotudo. Es injusto que se deje trabajar a los ambulantes y no a los establecimientos formales. Los meseros, lava lozas, galopinas, chefs, etcétera. también necesitan trabajar, tienen familias y gastos. Definitivamente o abren o mueren.
Antes de seguir leyendo siéntese y cómanse una concha, pues dicen que las penas con pan son buenas. ¿Saben qué les dijo el secretario de Gobierno, Alfonso Suárez del Real, a los restauranteros? Palabras más, palabras menos, dijo que los informales pueden abrir porque son pobres. ¡Así como lo están leyendo!
No vayan a creer que dejan los puestos de comida en las banquetas porque el ambulantaje es una buena clientela electoral. No. No sean mal pensados. Los dejan porque “son pobres”. Seguro en su lógica un mesero que gana entre seis y ocho mil pesos es adinerado.
Y qué les cuento, que en días anteriores, empresarios tuvieron una reunión virtual con alcaldes de la capital, quienes se comprometieron a no tomar parte en caso de que se abrieran los restaurantes en semáforo rojo. ¿Saben quién incumplió su palabra? El morenista, Víctor Hugo Romo. Al Fisher’s Polanco le llegó el apercibimiento por parte de la alcaldía Miguel Hidalgo para que dejara de recibir comensales en semáforo rojo.
Pero, respiren profundo, si de injusticia se trata está el caso de Sonora Grill. Personal del INVEA de la CDMX, enviados por Romo, llegaron al restaurante para verificar TODO, pese a que el lugar ya estaba cerrado. Los trabajadores no se negaron a la verificación que duró ¡dos horas!
¿Saben por qué les pusieron el sello de suspensión? Porque no tenían ahí la licencia original de funcionamiento, sino la copia. Lo peor es que esto ocurrió en la madrugada. Los funcionarios, sin duda, avientan la piedra y esconden la mano. Típico de la doble moral.
Hablé con el CEO de Sonora Grill, Ricardo Añorve, y me confirmó la información. Tomen nota, me dijo que el año pasado cerraron 13 mil 500 restaurantes y al menos se perdieron 50 mil empleos.
“Este año tenemos el riesgo de mínimo perder medio millón de empleos, por los restaurantes que pueden cerrar. El dato es escalofriante”, me dijo.
Contrario a Romo, el alcalde Santiago Taboada dijo que en Benito Juárez hay seis mil 607 restaurantes y cafeterías que son parte fundamental de la economía. “¡Hay que darles la oportunidad de trabajar en semáforo rojo!”.
El lunes hubo una reunión del G9 (Canirac, Concanaco, CNET, Coparmex, etc.) con el secretario de Desarrollo Económico, Fadlala Akabani y sólo les dio vueltas. Además, ellos tienen otros datos de cómo ocurren los contagios, pues Texas Medical Association califica como riesgo moderado-alto estar en un restaurante.
Dicen que la economía de la CDMX no va tan mal porque se cierran negocios, pero se abren otros en 10 minutos, PERO es porque la gente está retirando su afore para emprender.
¿Sheinbaum tendrá otros datos? El nuevo cierre pone en peligro la cadena de producción estimada en 100 mil millones de pesos anuales, de acuerdo con Canirac y AMR. Hoy, 75% de los restaurantes no llega ni a la mitad de lo que vendía en 2019.
Ojo, porque Canirac y AMR advierten que el cierre repercutirá en: el sector mobiliario, por las pérdidas en pago de rentas, ya que se han dejado de pagar 120 millones de pesos; el pago de impuestos, pues no habrá posibilidades de cumplir con las contribuciones fiscales; y el empleo, por la posible pérdida de medio millón de trabajos formales.
¡Al final Sheinbaum no dijo que ella sólo es la Jefa de Gobierno, y abren el 18 de enero!