Cero y van cuatro. Sí, señoras y señores, AMLO lo volvió a hacer: suma a otro gobernador sin experiencia diplomática como embajador.
Imaginen a Carlos Joaquín, góber saliente de Quintana Roo, un domingo en familia. ¿Con qué cara va a ver a su medio hermano, Pedro Joaquín Coldwell, tras aceptar la oferta de AMLO como embajador de México en Canadá?
No es que le quiera poner sal a la herida, pero Coldwell dejó el gobierno de Quintana Roo en manos del PRI, su partido; Carlos Joaquín no tuvo los resultados ni los números para dejar la administración en manos de la alianza PAN-PRD, la misma que lo impulsó como góber en 2016.
Ojo con el tuit de la diputada María Elena Pérez-Jaén: “Oye @CarlosJoaquin, ¿crees que tu papá, Don Nassim, quien hizo lo imposible para que fueras gobernador, estaría orgulloso de tu abyección a @lopezobrador_? El Tatich tiene que estar revolcándose en su tumba, entregaste Quintana Roo para proteger tus intere$e$ e irte a una embajada”.
¿Qué les cuento? Carlos Joaquín queda además a deber, porque de 2017 a 2021, la Auditoría Superior de la Federación detectó mil 69 millones de pesos utilizados de manera irregular en su administración. ¿Saben cuánto debe aclarar todavía? —redoble de tambores…— ¡949.8 millones de pesos! Lo bueno es que el góber es contador público.
Si hablamos de seguridad, las cosas no mejoran. Anótenle, pues de enero a julio de este año, se denunciaron 29 mil 287 delitos del fuero común. Para continuar les recomiendo que vayan por una concha o un bolillo, por aquello de que con pan son menos las penas… ¿Listos? En los primeros siete meses de 2016, en la recta final del impresentable de Roberto Borge, los delitos del fuero común sumaron 9 mil 956. O sea que con Carlos Joaquín ¡estamos peor!.
Ni hablar de la pandemia, pues, obvio, le pegó duro a los estados turísticos y a Quintana Roo le fue tan mal, que aumentó la pobreza.
Y del Tren Maya… bueno, ¿qué les puedo decir que la omisión del góber no haya dicho? Tal vez por esto es que AMLO lo tiene presente como “un buen gobernador”.
Carlos Joaquín se suma a Claudia Pavlovich, Quirino Ordaz y Carlos Miguel Aysa como diplomático en el gobierno de AMLO y como traidor a su partido.
Hoy como nunca, recobran importancia las palabras que el senador de Morena, César Cravioto, dijo en tribuna un par de meses antes de los comicios de este año: “Hago un llamado a los gobernadores con elecciones en sus estados: compórtense bien, no metan las manos en el proceso electoral; hagan bien las cosas y tal vez, reciban una invitación para que sean embajadores de nuestro país”.
Así que ustedes digan, ¿Carlos Joaquín se quiso blindar para evitar revisiones a su administración?
Como diría Luis Carlos Ugalde: “Oportunismo político que ofende al servicio exterior de @SRE_mx, y supongo, debería ser vergonzoso para @CarlosJoaquin, quien fue un candidato opositor en 2016 y hoy, pasa al oficialismo. Obvio que fortalece la especulación de que ‘cedió’ Quintana Roo para proteger su año siete”.
El coordinador del PAN en el Senado, Julen Rementería, resaltó: “Es una desatención y una malísima señal de la existencia de acuerdos previos con el gobierno federal y podríamos empezar a abordar los terrenos de una posible traición”.
¿Será por esto que el góber estuvo en Palacio Nacional el lunes pasado? A su salida, dijo que había ido a la Secretaría de Hacienda y no a ver a AMLO; que no sabía nada de un posible nombramiento ,y que el próximo 24 de septiembre dejaría Quintana Roo con buenos resultados.
¿Habrá visitado también a Jesús Zambrano, dirigente del PRD, o ya se ve fuera de ese partido? Ver para creer.